Tengas ya una marca personal o quieras tenerla hay cinco cosas que debes tener en cuenta para que alcanzar el éxito.
Y, a diferencia de en matemáticas, el orden sí altera el producto.
Estas son las cinco fases por las que debe pasar tu marca personal. Cinco preguntas que debes ser capaz de responder con total precisión.
Pero antes…
¿Qué es el éxito de una marca personal?
El concepto del éxito es un concepto subjetivo para el que cada persona tiene una percepción diferente. De hecho, es un concepto que suele asociarse únicamente al entorno laboral, siendo el dinero o el estatus las únicas formas comúnmente aceptadas de medirlo.
Sin embargo, cuando hablamos de Marca Personal el éxito se vuelve más ambicioso, más intangible.
Hablamos del ÉXITO de tu marca personal cuando eres capaz de vivir satisfactoriamente de algo que te gusta. Eso implica vivir una vida plena en la que disfrutas de cada paso rodeado de la gente que quieres y respetas.
Se trata de ser dueño de tu tiempo y de lo que haces con él, ganando lo suficiente como para cubrir todas tus necesidades (básicas y no tan básicas) y rodeado con las personas que quieres estar.
Y para conseguirlo, toda marca personal pasa por estas 5 fases:
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
1. Fase de descubrimiento
La primera fase implica tomar consciencia de quién eres, qué quieres hacer y, sobre todo, para qué lo quieres hacer. ¿Qué es lo que te mueve hacia delante? ¿Cuál es el talento que más te apasiona de lo que haces? ¿Esa habilidad que tan bien se te da y tanto impacta en los que te rodean?
Los japoneses hablan del Ikigai, de tu razón de ser, que puede ser una vocación, una profesión o una mezcla entre tus aficiones, habilidades y talentos. Es aquello que quieres compartir con los demás, con lo que quieres impactar en sus vidas y por lo que la gente se acuerda de ti.
No tiene por qué ser algo trascendental (como ayudar a otros a vivir una vida más plena) y puede ser tan sencillo como entretener a aquellos a los que les gustan los LEGO, compartir tu pasión por la decoración de interiores, la horticultura, o enseñarles formas para ordenar sus ideas, resumir y crear esquemas útiles y prácticos.
Suele ser algo que serías capaz de hacer gratis, porque sin la motivación del dinero, solo quedan tus verdaderas motivaciones personales.
El primer paso es encontrar ese para qué y perfeccionarlo, porque el recurso más importante de tu marca personal no son tus seguidores o los likes que recibes.
El recurso más importante de tu marca personal eres tú.
No es lo mismo saber que quieres dedicarte a la ginecología (profesión), que encontrar el núcleo que te hace disfrutar de tu consulta y consigue que tus pacientes traigan a sus amigas, hermanas, madres e hijas a verte a ti y solo a ti.
Esta fase también se llama la fase del para qué de tu marca personal, porque responde a la pregunta de: ¿para qué quieres dejar huella con tu marca personal?
2. Fase de definición
Con esa primera capa de para qué quieres embarcarte en la aventura de tu marca personal, llega la siguiente fase: definir tu mensaje.
¿Qué es lo que vas a proyectar al mundo para encontrar a todas esas personas que se beneficiarán de conectar contigo?
Y no me refiero solo a la lista de problemas para los que tienes solución, características de lo que haces, dolores que resuelves…, sino al enfoque personal que vas a darles. A todos los extras que tú y solo tú puedes proporcionar gracias a tus talentos y habilidades innatos o adquiridos.
Porque todos tenemos un potencial único que explotar.
Esta también es la fase del qué de tu marca personal. Una vez has descubierto su centro, tienes que definir qué es lo que vas a transmitir para poder afinar las siguientes fases.
3. Fase de estrategia
Respondidas las dos preguntas más difíciles de una marca personal, llega el momento de trazar la hoja de ruta.
No existen recetas mágicas que te aseguren un resultado fácil, rápido y sin esfuerzo, y tampoco existen herramientas y canales de comunicación infalibles. Lo que existen son estrategias que puedes aplicar según los recursos que tienes disponibles (tanto materiales, humanos y económicos, como talentos y habilidades).
Conociendo esos recursos y qué quieres conseguir con ellos, llega el momento de diseñar la estrategia que te hará crecer (como persona en tu marca personal) y te hará conectar con todas las personas que comparten o quieren compartir tu visión.
Habrá quien conecte mejor a través de vídeo, otros de audio, otros con imágenes y otros que logren resultados increíbles a través del SEO de su contenido escrito.
Por eso a esta fase también se le llama fase del cómo, porque definirás cómo hacer que tu marca personal deje huella en los demás.
4. Fase de crecimiento
Llega el momento de lanzar al mundo ese mensaje único y captar al segundo recurso más valioso de cualquier marca personal: tu audiencia.
¿Quiénes son las personas a las que puedes ayudar con ese mensaje? En la fase anterior habrás definido cómo llegar a ellas y llega el momento de alcanzarlas.
Y no te equivoques, una buena marca personal no quiere cantidad, quiere calidad en sus conexiones humanas. Lo que buscas es una comunidad de personas a las que puedas influir y mejorar de alguna forma y que ellas, a su vez, enriquezcan tu propio desarrollo personal.
El objetivo no es hincharte de seguidores (si esa fuera la clave, bastaría con pagar en una red social para hinchar tu cuenta), sino conectar con ellos.
El mayor error que me suelo encontrar en marcas personales que no triunfan, es precisamente empezar por esta fase sin haber definido qué, para qué o cómo van a trabajar su propia marca personal.
A esta fase también la llamamos la fase de con quién.
5. Fase de rentabilidad
El último pilar de todos, que no es el menos importante, es el del dinero.
Una marca personal busca unir dos mundos que parecen antagónicos: el del disfrute personal y el del dinero. Así que llega el momento de responder a la pregunta de: ¿cómo vas a rentabilizar tu marca personal a través de tu audiencia?
Si tienes claros y dominados tus dos recursos más importantes (para qué y con quién), un buen profesional siempre es capaz de encontrar formas de generar riqueza para ambas partes. Por un lado, satisfaciendo algunas de las necesidades de tu audiencia y por otro recibiendo dinero a cambio.
Hay mil formas distintas de lograrlo y depende de las respuestas que hayas dado a tus cuatro preguntas anteriores (qué, para qué, cómo y con quién).
En la última década solo he sacado en claro una cosa: no todas las marcas personales ganan dinero a través de los mismos canales. Aunque exploraremos las principales en otros artículos.
Y esta, amigo lector, es la que llamamos la fase del dinero, porque sí, ES un pilar importante en tu marca personal, pero no puede ser el objetivo final.
Etapas de una marca personal
Para terminar, todas estas fases se pueden resumir en dos etapas diferentes. Una etapa interna y una etapa externa de tu marca personal.
Para hacerlo bien, primero tienes que resolver tu etapa interna (fases 1 y 2, qué y para qué) y luego pasas a resolver tu etapa externa (cómo, con quién y con qué dinero).
Según las palabras de mis propios mentorados, las dos primeras fases necesitan a un psicólogo laboral y las tres siguientes a un consultor de marca personal. El primero se encarga de ayudarte a rebuscar entre tus talentos, habilidades, gustos y posibilidades y el segundo debe conocer la parte técnica de cómo construir una marca personal (SEO, copywriting, redes sociales, web, diseño de producto, pricing…).
Un buen mentor de marca personal debe ser capaz de dar solución a ambas etapas con su experiencia propia y con la experiencia adquirida de otros mentorados.
Por eso un buen mentor no acepta a cualquiera.
En resumen
Ahora que conoces el proceso a través del cuál se crea una buena marca personal, llega el momento de que te preguntes:
¿Sabes bien en qué fase se encuentra tu marca personal?
¿Has dado respuesta a las preguntas de las fases anteriores?
Sea cual sea tu situación, estoy convencido de que encontrarás la respuesta. Tan solo necesitas tiempo para resolverlas o dinero para que te ayuden a hacerlo.