¿De qué vas?
Marvel factura cientos de millones con sus películas; MILES de millones, ¿cómo narices puedes compararlos con un puñado de páginas web?
Tsss, atento, no te aceleres, que la tensión sube y vienen los infartos.
El universo cinematográfico de Marvel es ahora un imperio más grande que muchos países. Un imperio de cuatro mil millones, por si te lo preguntando.
Pero ese imperio no se forjó en un día. Ni siquiera en 20 años.
¿Sabes cuál fue la primera película (moderna) de Marvel?
No, no fue Iron Man (2008).
Ni siquiera las de X-Men
Yo te hablo de una con un 75% menos de presupuesto y una recaudación cinco veces menor.
Fue Blade.
Una película que tiene muy poco que ver con lo que hace Marvel hoy en día.
Sangrienta, oscura, poco divertida, «poco» rentable…
Igual que mi primera página web: fea, poco visitada y nada rentable.
Pero fueron probando hasta dar con la tecla de los mil millones de dólares (o dos mil, como Infinity War).
Aprendieron lo que le gustaba a la gente, refinaron una fórmula que hacía que cualquier película fuera un exitazo y se pusieron a lanzar clones de esa fórmula uno detrás de otro.
¿Poco original? Claro que sí, pero ¿qué más les da? Sacan una película = se forran.
De eso va montar páginas web: de hacer una fea, aprender cómo convertirla en atractiva y replicar el modelo.
Lo más difícil, por cierto, no es convertirla en atractiva. Lo más difícil es crearla y lanzarla al mundo. Escribir los primeros artículos, conseguir los primeros 1000 visitantes…
Esa primera web es la menos rentable económicamente, pero es la más importante de todas.
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