Mira…
Monté mi primer negocio con 19 años. Solo que no sabía que era un negocio.
En realidad no sabía nada, ni mis socios, ni nuestro entorno. Solo Hacienda supo ver lo que estábamos haciendo.
Nosotros solo éramos los telecos frikis que vendían cartas Magic por internet.
Si no sabes lo que es Magic no te preocupes, te ahorraré el trauma de conocer ese «juego» que arruina las economías de miles de chavales y no tan chavales a lo largo del globo desde 1993.
Es un juego, sí, de cartas coleccionables. De esas que sacan 4 colecciones cada año con cientos de cartas y…
No, que no te voy a contar de qué va.
Son muchas cartas, vienen en sobres de forma aleatoria y no son baratas. Sobre todo si consigues algunas de las más raras. Esas sí que son caras.
Te cuento de qué iba el negocio que fracasó.
Un compañero me enseñó una tarde a jugar de forma competitiva.
ERROR.
Empecé a interesarme y le pregunté cómo conseguía esas cartas tan molonas que yo no tenía. Y me descubrió un mundo nuevo.
Y caro.
Se llamaba eBay y usaba una forma de pago super novedosa, extraña, rápida, fiable y molona:
PayPal
¿Te suenan? Créeme, en 2004 solo lo conocíamos nosotros y cuatro gatos más.
Así que empezamos a comprar cartas en ese eBay tan raro y vimos algo curioso.
En EEUU, gracias al cambio dólar-euro de aquel entonces, salía muy, MUY, barato comprar cartas que aquí eran prohibitivas.
Y cuando tuvimos las que queríamos tener nos dijimos, ¿por qué no revenderlas aquí, en España?
Casi nadie lo hacía y lo hacían a precios desorbitados.
Así que liamos a un tercer colega para que nos ayudase con la pasta inicial.
A él no le gustaban las Magic, pero le convencimos de que sí.
Presión de grupo de toda la vida.
Te ahorraré el resto de detalles de unos años muy entretenidos con un solo dato: las cajas de sobres en España costaban entre 90 y 120€. Si las comprábamos en Estados Unidos nos salían a unos 50€.
¿Ves el negocio?
Nosotros también.
Y también aprendimos que Hacienda se mosquea cuando hay transacciones de más de 10 o 15.000€ sin declarar.
Porque sí, movíamos esas cantidades de dinero con menos de 20 años y nos llegó a todos una carta de inspección que no olvidaremos.
El caso es que nos lo gastábamos todo en más cartas para nosotros. Te recuerdo que el Magic es una afición CARA, muy cara, cuando compites en el circuito oficial.
En 2006 decidimos cerrar la cuenta del banco que compartíamos y repartir los beneficios.
Escasos 500€ nos llevamos cada uno.
El tercer socio no preguntó dónde estaba el resto. Se conformó con recibir el triple de lo que había puesto.
Y nosotros también.
Porque teníamos una mentalidad rancia y obtusa. Nadie en nuestro alrededor sabía qué era eso de emprender.
Nosotros tampoco.
Lo vimos como una forma de pagarnos una afición muy cara.
Si hubiéramos sabido lo que teníamos entre manos, hubiéramos ganado mucho, MUCHO, dinero.
Cuando empezamos, si buscabas «Magic» en eBay España, había dos o tres páginas de resultados. La mitad nuestras.
Ahora hay unos 2.400.000 resultados globales y 37.000 resultados ubicados en España.
Podríamos haber dominado ese mercado si hubiéramos tenido un propósito.
Por eso insisto tanto en que para que una página web funcione, la clave está en el propósito que tengas para ella.
Y el propósito no es siempre ganar dinero.
Desde luego el nuestro no lo fue. Aunque si vendiera mi colección de cartas Magic seguro que sacaba una pasta gansa y obscena.
Pero me da una pereza terrible volver a sumergirme en el mundo del Magic competitivo para tasar cada una de los cientos de cartas raras que tengo.
Algún día mis hijos las venderán y sacarán un buen dinero que ellos sí necesitarán, si tienen el propósito correcto.
Sobre ese propósito, sobre cómo construir algo que lo refleje, te hablo cada día en el email que escribo a los que se suscriben aquí debajo:
¿Por qué NO puedes dejar comentarios?
Te seré sincero: porque no tengo tiempo para contestarlos.
Mi tiempo está dedicado a las personas que me han dado el permiso de escribirles un email todos los días para que sus proyectos digitales (profesionales o personales) lleguen más lejos, a más gente y con mejores resultados.
¿Quieres que hablemos?
Entonces apúntate a ese newsletter que envío cada día y pregúntame lo que quieras en el primer correo que te envíe: