Escucha, que esto es importante para que entiendas el peso de lo que te voy a escribir hoy.
Que no vaya a venderte nada debería ser un buen indicador.
NO me gusta el fútbol, nunca me ha gustado y nunca me gustará.
No he visto nunca un partido entero, me aburre hacerlo y no entiendo las pasiones que levanta.
Soy así de raro.
No me interesa nada que tenga que ver con ese deporte.
Y casi con ningún otro, pero eso es una historia para contar otro día.
Joder, lo divertido es practicarlos, no sentarse a ver cómo otros lo hacen.
Sabiendo que ganan una pasta gansa porque tú y otros millones como tú os quedáis embobados con sus chutes.
Dicho esto, no me gusta hablar de fútbol y esto hay que decirlo.
Últimamente hablo mucho con mis clientes sobre la ética y los valores de sus empresas.
Ayer, sin ir más lejos, el tema iba sobre conseguir enlaces, intercambiar posts, conseguir posts patrocinados y el impacto SEO que tendría hacerlo con determinados…
Seres y entidades cuestionables.
Mi cliente quería saber cómo detectar a esos medios despreciables, a esas revistas spam y a esas granjas de enlaces que les van a destrozar la reputación online.
Les expliqué, desde un punto de vista SEO, cómo hay que estudiar un enlace antes de contratarlo.
Cómo encontrar buenos medios, cuánto pagar, cómo evaluar la calidad del medio…
Y cómo saber si se la estaban intentando colar.
Y en estas me reenviaron una de las propuestas que les acababa de llegar para colocar un enlace en su propia web.
Así que les dije esto:
¿Cuáles son vuestros objetivos de negocio?
Vosotros vendéis tecnología, sois punteros en vuestro campo y tenéis una web de puta madre con una autoridad increíble ganada con años de esfuerzo.
(Sí, lo de la web de puta madre se lo dije, y también que no querían convertir su blog en una casa de putas, pero eso es otro tema).
¿De verdad necesitáis ingresar unos pocos cientos de euros?
¿De verdad queréis hacerlo?
¿A qué precio?
La empresa en cuestión es, desde un punto de vista SEO, una maravilla.
Web hiperpotente, orgánica, con presencia en todo el mundo y top entre los top rankings de SEO del mundo mundial.
Pero, y aquí viene lo jodido.
Eso no lo es todo.
Esa empresa está involucrada en varias polémicas y juicios al respecto de uso de información privilegiada, manejo ilegal de datos de sus usuarios, filtraciones y…
¿De verdad quieres que tu empresa se vea involucrada con ellos?
Dicho de otra forma, ¿un enlace suyo merece que manches tu imagen corporativa con sus mierdas?
La respuesta fue directa y escueta:
–Descartamos.
Y aquí viene la única reflexión que me oirás hacer sobre el fútbol.
¿De verdad merecía la pena celebrar un evento mundial de estas características en un país así?
¿Un país que desprecia los derechos humanos?
¿Un país en el que ser gay está tipificado como delito y puede castigarse con años de cárcel, latigazos, exilio y muerte?
¿Que prohíbe que nadie muestre una sola señal de apoyo hacia ellos?
¿Un país que le prohíbe a tu mayor patrocinador distribuir libremente el producto por el que te patrocina?
¿Que explota y hace que se mueran sus propios ciudadanos por construir las edificaciones del evento?
Y no sigo, porque la lista es tan larga como vergonzante.
Tú la conocerás mejor que yo.
A pesar de todo esto, los grandes organismos del primer poder mundial deciden que ese país sea el centro neurálgico del fútbol en el mundo.
Y la respuesta de los aficionados, selecciones y jugadores es…
Ir igualmente.
Verlo igualmente.
Eso sí, condenándolo muy fuerte en su interior.
Pero es que el fútbol es más importante.
Si tu intención en la vida es construir un negocio mercenario al que le dan igual las consecuencias de lo que hace, o de lo que hace la gente con la que hace tratos, el email que mando todos los días no es para ti.
Aquí te enseño a construir negocios, ganar más dinero, a llegar a más gente y a vivir de internet, respetando siempre un código ético y moral.
¿Dónde?
Aquí
Porque no todo vale.
Ni en el fútbol, ni en los negocios, ni en ningún aspecto de tu vida.
¿Por qué NO puedes dejar comentarios?
Te seré sincero: porque no tengo tiempo para contestarlos.
Mi tiempo está dedicado a las personas que me han dado el permiso de escribirles un email todos los días para que sus proyectos digitales (profesionales o personales) lleguen más lejos, a más gente y con mejores resultados.
¿Quieres que hablemos?
Entonces apúntate a ese newsletter que envío cada día y pregúntame lo que quieras en el primer correo que te envíe: