El otro día te hablaba sobre el éxito, el emprendimiento, el fracaso y la salud mental.
Lo hacía criticando el positivismo tóxico del siglo XXI y todo el daño que hace en nosotros esa comparación constante con la imagen irreal que transmiten los demás en sus redes.
Enlazado con aquello, hoy vengo a contarte por qué estás a un pensamiento de cagarla.
¿Quién se va a hacer rico?
Así, a pelo: ¿quién crees tú que se hace rico? O, mejor, ¿quién crees tú que puede hacerse rico?
Seguro que tienes en mente un perfil de profesional o de persona que lo hará. O también tendrás una serie de características sociales, económicas, educativas… En tu cabeza, la persona con éxito está muy bien diseñada. Y seguro que no se parece a ti.
Deja que te cuente una historia para que veas por qué toda esa mentalidad sí juega en tu contra.
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
La barbacoa del fracaso anticipado
El otro día estuve haciendo una barbacoa en casa de unos amigos y el marido de una amiga dijo algo que se me quedó clavado.
No fui capaz de procesarlo y mucho menos de contestarlo.
Una frase que demuestra el potencial de crecimiento que tiene una persona.
No, con esto no quiero decir que por cómo pienses vayas a ser rico o vayas a triunfar. Pero sí que puedo asegurar sin temor a equivocarme que lo contrario es posible.
Se puede fracasar de forma anticipada solo por tu forma de pensar.
O de hablar contigo.
La frase en cuestión fue la siguiente: «no, un informático no puede hacerse rico»
Dicha por un informático, por cierto.
No es que un informático lo tenga difícil, o necesite aprender ciertas habilidades que no se enseñan en su carrera…
No, la conclusión es que un informático no puede hacerse rico trabajando por su cuenta (que era de lo que iba la conversación).
Conozco un montón de empresas y emprendedores con ideas brillantes, propuestas de negocio con un potencial increíble a las que siempre les falta lo mismo.
¿Sabes qué es?
Una persona con conocimientos técnicos capaz de construir la solución que necesitan.
Es decir: un informático. O lo que vulgarmente se conoce como tal (la gente del mundo técnico entenderá a qué me refiero).
No, Mr. Wonderful no tiene razón
Si me sigues desde hace tiempo, sabrás que no me gustan los mensajes tipo Mr. Wonderful.
No creo en el «si quieres, puedes», ni creo que todo el mundo pueda lograr todo lo que se proponga (o que tengas el derecho ni la obligación de lograrlo)
Es un mensaje peligroso, que vende más frustración y más decepción con uno mismo de lo que puede ayudarte a lograr tus objetivos.
Pero te aseguro que Mr. Dreadful sí puede reventarte el futuro antes siquiera de empezar.
No, si quieres, no tienes por qué poder, pero si no crees que puedas, si te rindes antes de empezar, si ni siquiera te planteas cómo se puede lograr, ¿cómo esperas llegar a algo más que al sueldo mínimo en una empresa que explota tu esfuerzo y tu conocimiento?
No digo que tengas que aspirar a más (cada uno debe estar satisfecho con lo que busca, tiene o logra), pero sí que hay que tener una mentalidad abierta a opciones mejores (en dinero, libertad, satisfacción personal, reconocimiento…) que las nuestras.
¿Te imaginas ir a competir por el oro en los 100 metros lisos y, nada más sonar el disparo de salida, pensar «nah, no corro, que no voy a ganar»?
Es como ponerte la zancadilla a ti mismo antes de empezar.
Si no lo intentas, no sabrás si puedes
Corre, tropiézate, llega el último…, pero esfuérzate en aprender. En ver hasta dónde llegas, hasta dónde puedes llegar, cómo puedes conseguirlo, cuáles son tus límites, tus fortalezas, tus oportunidades…
Yo soy muy consciente de que mi base de ingresos pasivos es una risa al lado de la de otros compañeros de profesión.
He visto cuentas de AdSense con 9.000€ de beneficio en un mes (restando los miles utilizados en publicidad).
He visto webs de afiliación Amazon normalitas con 3.000€ en un mes.
Yo mismo he catado meses de suerte en las SERP facturando más del doble de lo que suelo facturar.
Quizá no sea capaz de lograrlo, pero sé que se puede.
Y si se puede, yo puedo intentarlo.
Y si lo intento, quizá lo logre, o quizá no, pero seguro que veré una mejoría (económica, de conocimiento, experiencia…).
Así que, no te rindas antes de empezar.
Como mínimo te llevarás un conocimiento que antes no tenías y que llevarás siempre contigo.
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