En 2014 creé mi primer blog. Cinco años más tarde, en 2019, había escrito miles de artículos en cuatro blogs diferentes.
Ahora, en 2025, tengo la mayor audiencia online que he tenido nunca, con millones de impactos mensuales…, y llevo tres años sin publicar un solo post.
¿Por qué?
Te lo cuento, pero antes un contexto necesario.
¿Qué significa que los blogs hayan muerto?
En el año 1998 tuve mi primera conexión a internet.
Atiende, sí, que es importante para que entiendas en qué sentido creo que los blogs están muertos (cómo podemos y por qué debemos revivirlos).
En 1998, decía, tuve mi primera conexión a internet y, ¿sabes para qué la usaba? Para hablar con otras personas.
Entraba a salas de chat, a foros y a páginas en las que alguien contaba cómo había resuelto un problema con…
En aquella época internet estaba lleno de PERSONAS que COMPARTÍAN su experiencia, sus ideas, sus pensamientos…
Lo hacían sin filtro, sin forma…
Lo hacían en bruto, tal cuál les venía a la mente, tal cuál les apetecía.
Y eso significaba que en el internet de finales de los 90 y principios de los 2000 lo que leías era la voz genuina de las personas que decidían compartir.
Que, en mi opinión, los blogs hayan muerto no tiene nada que ver con disminuciones de audiencia, competencia, conversión o cualquier otra métrica que se te ocurra.
Los blogs han muerto porque, sencillamente, ya no lees la opinión genunina de nadie.
Y ese es el verdadero problema del internet de 2025: que ya no se lee a personas genuinas, originales y con voz propia.
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
El SEO ha matado los blogs
¿Sabes cuándo tuve la primera sensación de que los blogs estaban en decadencia?
Corría el año 2020 y mi trabajo como consultor SEO iba viento en popa. Me sobraban clientes, me pagaban una cantidad enorme de dinero cada mes, y me lo pasaba en grande con las empresas que me contrataban.
Pero me di cuenta de que ya no escribía en mi blog, en este blog. Así que me senté a hacerlo.
¿Sabes qué pasó?
Que cogí las ideas que tenía y las traduje a keywords.
Luego me puse a buscar posibles títulos para los que tuviera la autoridad SEO suficiente como para colocar el artículo en primeras posiciones.
Busqué competencia, keywords posibles, preguntas que podía contestar y que Google quería posicionar… Vamos, que cogí todo lo que sabía de SEO, lo volqué encima de mis ganas por escribir y…, las asfixié.
Y no solo eso, sino que…
Os eché de mis blogs
Durante uno de los cambios de algoritmo de Google algunos SEO nos dimos cuenta de que algo estaba perjudicando el posicionamiento de nuestros pulcros artículos.
Parecía que los comentarios de las entradas, esas piezas de contenido genuino que compartíais muchos de los lectores, afectaban de manera directa e indirecta la calidad SEO de nuestros textos.
Así que muchos optamos por eliminar los comentarios.
CRASO ERROR, porque le arrebatamos a un blog la parte más importante de todas: el contacto humano.
Y quitadas las ganas de compartir y las libertad de escribir lo que queramos…
Me gusta escribir, pero…
Me gusta escribir. Me gusta mucho escribir.
Según Ulysses (la aplicación que uso para escribir mi newsletter) llevo escritas 638.955 palabras desde 2021.
Eso son más de 6 novelas de 100.000 palabras en 4 años. Y ninguna de ellas ha terminado en este blog.
Porque en mi newsletter puedo ser yo, puedo escribir como me dé la gana, sin preocuparme de usar las palabras correctas, de estructurar el contenido de forma que le guste a Google y, sobre todo, puedo escribir sobre lo que me apetezca sin que me importe que Google lo vaya a posicionar.
El SEO, con todo lo que me ha ayudado a crecer en esta década, con todo lo que me ha acercado a empresas y profesionales, también me ha quitado las ganas de escribir nada.
Porque…
El marketing ha matado los blogs
Si el SEO ha quitado frescura al contenido, si el SEO ha quitado las ganas de crear contenido solo por el amor de crearlo (no de posicionarlo), el marketing ha matado el afán de compartir.
Verás, quizá es por haber nacido en los 80, haber crecido en un mundo sin internet y haber conocido el proto-internet de los 90-2000, pero siempre he entendido un blog como un lugar en el que compartir por el placer de compartir.
Cuando creé cabaltc.com lo hice para compartir lo que iba aprendiendo sobre técnicas narrativas y ciencia ficción.
Cuando creé scrivener.es lo hice para compartir lo que iba descubriendo sobre Scrivener.
Cuando creé este blog lo hice para compartir…
Sin embargo, después de una década ayudando a empresas, negocios y profesionales; después de una década creando embudos de venta, landing pages y contenido persuasivo para vender…, me di cuenta de que el internet moderno ya no busca compartir. Busca lucrarse.
Y Linkedin es el mayor exponente de la podredumbre de este sistema
El tumor de Linkedin crece y crece
Me uní a LinkedIn en 2011.
He visto cómo ha pasado de ser un CV online y una forma de buscar empleo, a una plataforma desde la que compartir hechos, hitos y descubrimientos.
Hubo una época en la que, como al inicio de internet, la gente compartía de forma genuina trucos y consejos de cosas que les habían servido o ayudado. Con la intención de ayudar a los demás, de agilizarles el camino.
Eso ya no existe.
El marketing ha tomado el control de todas las voces de LinkedIn, la mal entendida marca personal se ha convertido en el objetivo y ya nadie comparte por el placer de compartir. Lo hacen para.
Para ganar autoridad.
Para ganar audiencia.
Para ganar leads.
Para ganar clientes.
Para…
Por el camino se ha perdido la voz individual, se ha perdido el afán de ayudar y se ha diluido la diferencia entre una persona y el resto.
LinkedIn ya no es un cúmulo de profesionales compartiendo, es una única persona, con una única voz, tratando de llamar la atención lo más posible.
Michael Jordan
Algo que suelo poner de ejemplo en mi newsletter es la forma en la que Michael Jordan llegó a ser el mejor jugador de baloncesto de la historia.
No lo hizo por gritar más fuerte que nadie que era el mejor, ni por convencer (de palabra) a la máxima cantidad de gente posible.
Tampoco por pagar campañas publicitarias o por contratar copywriters que le dijeran lo que tenía que decir para gustar más.
Michael Jordan se convirtió en el mejor jugador de baloncesto de la historia…, jugando mejor que nadie al baloncesto. Entrenó más que nadie, jugó más que nadie y lo hizo mejor que nadie.
Construyó su reputación con hechos, no con palabras.
Y ser el mejor llegó como consecuencia.
Y la IA ha terminado de rematar a los blogs
Por último, sumado a la despersonalización de las voces que escriben blogs y a la deshumanización de ese contenido que ya no busca conectar, compartir, sino simplemente vender, llegan las Inteligencias Artificiales.
Herramientas que han borrado la poca humanidad que nos quedaba en los resultados de búsqueda de Google.
Porque si lo que quieres es generar contenido, mucho contenido, que responda una intención de búsqueda y posicione, independientemente de ser útil, genuino o que nazca de ti, con el único objetivo de vender algo… ¿qué hay mejor que una IA?
Pues, sí, has acertado: un ser humano de carne y hueso
Por eso reivindico la humanidad del contenido
Internet está muriendo, querido lector. Está muriendo porque le hemos arrancado el alma.
Internet antes era un lugar en el que personas trataban de ayudar a otras personas. Ahora es un lugar en el que marcas buscan gritar más fuerte para llamar la atención y poder así venderles algo.
Por eso llevo años enseñando a quien quiere aprender que la mejor herramienta que tenemos en el mundo online somos nosotros mismos.
Nuestra voz, nuestra pasión, nuestra visión.
Necesitamos quitarnos esa obsesión con el dinero y el estatus para volver a compartir por el amor de compartir, por conseguir impactar y conectar con otros seres humanos.
Y por eso vuelvo aquí.
He quitado todos mis cursos online, todas mis mentorías, y llevo meses escribiendo en mi newsletter solo por el amor de compartir.
He vuelto a publicar vídeos en YouTube por el placer de compartir lo que me fascina y me ayuda.
Y ahora voy a volver aquí, a mi hogar digital de origen, para compartir contigo esas reflexiones que, aunque Google no va a posicionar, sé que muchos de vosotros estáis deseando leer.
Y por eso reactivo los comentarios
Porque, querido lector, en un blog es tan importante quien escribe como quien lee.
Y en toda comunicación lo importante no es lo que se dice, sino lo que se entiende.
Por eso vuelvo a abrir los comentarios de esta web, para que puedas expresarte con total libertad y podamos mantener lo que tanto se ha perdido: un diálogo entre personas.
No entre marcas y clientes.
Porque no vamos a dejar que mueran los blogs
Tenemos un arduo camino por delante y nuestros enemigos son poderosos. Enemigos centrados en métricas, algoritmos y facturaciones.
Pero los seres humanos seguimos necesitando algo que ellos no nos pueden dar: contacto con personas honestas y genuinas.
Así que me comprometo a mantener vivo este blog, incluso si nadie más entra aquí a leerlo.
Porque el objetivo de un buen blog no es la cantidad de gente que lee tu contenido, sino lo que tú tengas que decir.
PD.: poco a poco, conforme encuentre la forma más razonable de hacerlo, iré cambiando el mensaje de este blog, tan centrado en marca personal.
No porque no crea que las marcas personales son algo potentísimo que todos podemos crear, sino porque no soporto el concepto de marca personal que se ha propagado por el 99,99% de la gente.
Porque no somos productos, ni somos marcas, ni tenemos que tratar de serlo.
Somos personas.
Raul oscar López dice
David, confieso que al principio me asustaste. Leía tu post y pensaba: “listo, llegué tarde, el velorio ya empezó y yo con el blog recién nacido”. Pero después, entre líneas, me apareció otra cosa: esperanza. Esa idea de que no todo está muerto, de que todavía hay lugar para escribir sin algoritmo de por medio.
Hace poquito abrí mi blog —Cosas que se cuentan bajito…— y estoy en ese limbo entre entusiasmo y miedo. Tus palabras me pegaron como un baldazo de agua fría, pero después me dieron ganas de secarme y seguir.
Te pregunto, de aprendiz a veterano: ¿algún tip para los que recién empezamos en esto, que no queremos likes sino contar historias?
David Olier dice
Pues, Raúl, si solo quieres contar historias…, no hay muchos tips que dar: cuéntalas tal y como te salgan. Y conforme salgan y veas quién te lee y quién no explora opciones para llegar a esa gente que creas que va a estar interesada.
Hace años eso lo conseguíamos visitando muchos blogs ajenos, leyendo, comentando y entablando relaciones con otros creadores. Que no se pierda esa esencia!
Laura dice
Hola David,
Otra prueba por aquí de que aún quedamos algunos «locos» que nos gusta leer blogs escritos por personas.
Y peor aún, seguimos insistiendo en escribir por amor al arte. Quizás algún día entre todos nos demos cuenta de que es mucho más valioso lo humano que lo artificial (aunque ahora parece que nos deslumbra).
No dejemos que mueran los blogs.
🙂
David Olier dice
Pues sí…, aunque quien dice blogs, dice cualquier medio en el que se comparta por el placer de compartir. Yo últimamente estoy explotando mucho más la newsletter y el canal de YouTube porque me he acostumbrado a compartir el contenido de esa forma.
Lo de poner la cámara y grabar un «post» resulta mucho más sencillo que esto del blog. Escribiendo siempre a mano primero 🔥
Carlos dice
Vaya que me he leído todo este blog eso es buena señal de que no ha muerto jejejejjeje
Muy interesante lo que mencionas gracias por compartirlo.
Lastimosamente me deje llevar por todo lo que mencionas y cerré mi página web donde tenía mi blog que trataba de enseñanzas bíblicas de las cuales la religión no se atreve a mencionar.
Lo cerré porque no veía resultados de que me leyeran solo algunos pocos y ahora que leo lo que dices lo estoy pensando nuevamente de crear el nuevo blog y escribir de lo que me de la gana.
Mi pregunta sería:
Lo manejo como marca personal o lo manejo como nombre denominación al
Es decir:
Lo tenía como carlosrumeni.com y lo otro sería palabravivaencristo.com
Te agradezco si me lo respondes
David Olier dice
Pues depende, Carlos, depende mucho de ti y de lo que busques, no hay respuesta correcta. Si lo creas como una URL impersonal es más fácil que tú, Carlos, puedas mover tu foco y tus intereses sin quedarte atado al proyecto. Si lo creas con tu nombre propio estarás haciendo ya una afirmación de quién eres y hacia dónde vas.
En cualquier caso, siempre puedes cambiar de uno a otro y de otro a uno, así que lo que te diría es que, sea como sea, la recuperes y compartas tu visión del mundo solo por el placer de hacerlo 😉
Carlos dice
Gracias por su respuesta 👍
Yo dice
Pues que buen la decisión tomada. Gracias!
Juan dice
Hola David, un gusto saludarte.
Juan por aquí, desde <> (sé que no te va a colar el enlace… o quién sabe, quizá sí).
Lo que escribes va muy en la línea de lo que pienso desde hace tiempo sobre este “nuevo” internet. Ya no sé si vamos por la versión 2.0, 2.5 o 3.1416… Para mí, internet es internet. Punto.
Y sí, cada vez hay menos gente compartiendo conocimiento que realmente sirva para algo. Hoy todo el mundo quiere venderte algo. O meterte en su lista de correos… para, al final, venderte algo.
Yo prefiero la sinceridad por delante. Que me digan:
“¡Eh, deja tu email! Te voy a mandar una guía o un vídeo grabado hace meses. La verdad, no te va a cambiar la vida, pero si me sueltas 3.000 pavos, ahí sí que tengo un curso que quizás te sirva.”
Oye, todos tenemos que ganarnos la vida, lo entiendo. Pero ¿dónde quedó eso de ayudar primero? ¿De dar contenido que realmente valga la pena? ¿De demostrar que sí puedes ganar un dinerito con lo que te enseñan? Eso ya está en peligro de extinción.
Yo no creo que los blogs hayan muerto. Lo que se murió fue la manera en que se compartía contenido que de verdad aportaba algo.
David Olier dice
Hola, Juan (no, el enlace no cuela 😜). Me gusta ese enfoque final de que los blogs no han muerto, lo que ha muerto es la manera en la que se compartía.
Sin embargo, soy de los idealistas que defiende que un blog era y es precisamente eso: una forma de expresión por amor al arte, un diario público, una forma de compartir. El valor y el afán de compartir algo por el amor de compartir ES la base de los blogs.
Si quitamos eso lo que tenemos son webs corporativas encubiertas. Son ese vendedor infiltrado en un grupo de amigos, tratando siempre de colarles su producto.
Así que…, aunque me gusta el enfoque, sigo manteniendo que, sí, los blogs están tocados de muerte.
JuanP dice
Así es David,
Realmente creo que nos pasa a todos. Navegas entre posts, artículos o vídeos. Pero te quedas con la sensación de no saber quién o qué, te lo ha contado.
Últimamente echo de menos Fotolog, tan sencillito oiga…
Una red que se hizo viral sobre la base de: «Este tío que es interesante seguro que tiene amigos interesantes».
Luego a alguien se le ocurrió lo de «follow x follow.» Y se fue a la muerda.
David Olier dice
Más que la sensación de no saber quién te ha contado qué, la mía es la sensación de que solo hay una persona con muchas caras distintas. Misma voz, mismo tono, mismas presunciones, mismos logros, mismo…, todo.
Y todos con una agenda detrás, con un interés comercial.
Rubén Alonso dice
Pues esto bastante de acuerdo contigo en lo que explicas aquí David. También te digo que nosotros somos unos privilegiados de tener ya una audiencia que nos lee, pero imagínate alguien que empieza un blog ahora y que, c lógicamente, quiere que le lean. Es complicado hoy en día tener ese equilibrio que teníamos hace años de conseguir lectores a cambio de nuestra opinión, porque cada vez es más complicado (con seo, que también hay otras vías, claro).
Por mi parte a nivel personal si escribo en el blog hoy en día es porque lo disfruto, y de hecho quitando las comparativas de hosting ahora lo que publico (y disfruto) son mis resúmenes mensuales, que de hecho están muy lejos de posicionar nada en Google 😆. Y ojo, los comentarios siempre los he tenido abiertos por esto mismo que dices tú, que es la parte humana de los artículos donde surgía la comunicación.
Esa comunicación se trasladó hace tiempo a las redes, pero ahora las redes tampoco son lo que eran, y justo los comentaba esta mañana, la comunicación se traslada de nuevo (en mi opinión) a comunidades y grupos cerrados de personas que tienen intereses similares o se pueden ayudar entre ellos. Y con la IA esto va ser va a notar más, la gente buscará más y más el contacto humano, los blogs que demuestren ser escritos de verdad por personas e incluso se pagará bien pagado el acceso a ese contenido humano es un internet donde lo gratis sera el contenido hecho con IA…
En fin, larga vida a los blogs humanos, que entre tanta IA de alguna forma vivirán una nueva juventud 😊
David Olier dice
Totalmente. La comunicación está ahora en grupos como Gramakers, el telegram de TodoBrick…, pequeñas comunidades cerradas de personas que comparten un mismo interés. Es una pena que, como dices, esto esté tan saturado y dominado por algoritmos que nade nuevo tenga casi cabida (ni pagando apareces ahora arriba para ninguna búsqueda interesante si no tienes nada detrás).
Y como bien dices hay que saber quitarse esa espinita SEO-marketera que mide el resultado por cifras, no por disfrute. Me quito el sombrero por tus resúmenes, que sigues manteniendo desde… Madre mía, ¿desde cuándo ya? 😂
De hecho, antes de publicar esta reflexión, me he planteado crear un blog nuevo y escribir de forma anónima. Pero entre el tema este de los avisos legales necesarios y la cantidad de gente que nos conoce…, no sería un experimento válido.
Auguro una vuelta a los orígenes cuando las IA campen a sus anchas creando contenido basado en su propio contenido
Vaya Skynet de Aliexpress nos vamos a montar…