Con el repunte del tráfico online que ha habido en las últimas semanas, también proliferan los anuncios de cursos, recetas y panaceas de muchos vendehúmos digitales. ¿Sabes cómo detectar a un vendehúmos para que no se lleve tu dinero a cambio de nada?
Cuando vives del SEO, el marketing, de crear contenido y webs… los detectas con una rapidez pasmosa. Pero no todo el mundo está tan acostumbrado como nosotros a ver las señales que apuntan a que ese curso tan maravilloso por solo doscientos euros (en lugar de los dos mil que debería costar) es, en realidad, una cortina de humo para sacarte el dinero.
Porque, una de las primeras cosas que debes saber acerca de los vendehúmos es que suelen saber (algo) de marketing. Y eso los hace muy peligrosos.
¿Qué es un vendehúmos?
Tal y como la propia palabra dice, son personas que se dedican a vender humo como si fuera algo tangible, bueno, magnífico y poderoso. Son gente que se autodenomina experta en algún área y te regala la oportunidad de aprender todo lo que necesitas saber de ese área.
Definición de vendehúmosVendehúmos, en una sola palabra y con tilde, es una persona que presume y exagera su propia experiencia/producto para vender a los incautos.
Pero no lo hacen como un experto de verdad (que ese sí que te enseña todo lo que necesitas saber), sino que utiliza una serie de ganchos adicionales para que piques, creas que son maravillosos y les compres a ellos.
Y la principal diferencia entre un vendehúmos y un experto es que del primero, probablemente, no saques ninguna lección tangible. Tan solo palabrería barata que, en el mejor de los casos, no te dará ningún resultado.
En el peor, como he visto que sucede más de lo que me gustaría, perjudicarás tu marca y tu producto, además de haber tirado tu tiempo y tu dinero a la basura.
¿Cómo detectar a un vendehúmos?
Detectar a un vendedor de humo no siempre es fácil. Si lo hacen bien, encontrarás complicado contestar a todas las preguntas que voy a plantearte ahora.
Además, el mayor problema que tienen los vendehúmos, es que enmascaran el trabajo de los verdaderos expertos. Suelen hacer más ruido, conseguir más seguidores (y detractores) y llenan todos los espacios publicitarios disponibles. Por su culpa, los verdaderos expertos suelen quedarse en un segundo plano.
Sin embargo, eso no es del todo malo, como veremos más adelante.
1. La receta mágica
Casi todos los vendehúmos siguen el mismo patrón para venderte algo. Primero te tocan la fibra sensible (con algo que necesitas, no sabes o saben que te duele), luego se postulan como salvadores porque son EXPERTOS en ese tema y terminan ofreciéndote una receta mágica que suele cumplir lo siguiente:
- Es rápida.
- Es fácil.
- Su éxito está garantizado.
¿Te suena? Seguro que sí.
La realidad del mundo empresarial, del mundo digital y del mundo emprendedor es que las cosas no son nunca fáciles, ni rápidas ni están garantizadas. Si lo fueran, todos seríamos ricos, todos copiaríamos esa fórmula y nadie tendría que buscarlas.
El éxito cuesta, ganar dinero cuesta. Primero, porque hay que aprender. Segundo, porque hay que ponerlo en práctica. Y tercero, porque hay que demostrar lo que se vale.
Solo en los dos primeros puntos, aprender y ejecutar, eso de rápido y fácil cae por su propio peso. Es cierto que con un buen curso, con una buena guía, la dificultad o el tiempo se pueden reducir. Pero lo que es seguro es que nada está garantizado. No te van a llover miles de euros en cuanto termines el curso.
Hay mucha gente ofreciendo los mismos productos o servicios y no todos tienen el mismo éxito. Muchos caen por el camino, muchos desisten y son más bien pocos los que llegan a tener un éxito real.
Si alguien te dice que su método es RÁPIDO, FÁCIL y GARANTIZADO, empieza a sospechar.
2. Objetivos poco realistas
Al discurso anterior, hay que sumar que los vendehúmos suelen apuntar alto. Sus anuncios, sus landings, sus mensajes suelen ir A LO GRANDE. Nada de humildad.
Ellos no te van a decir que, si te formas durante meses, practicas y te arriesgas, podrás tener un negocio de éxito. Ellos te dirán que al terminar el curso facturarás MILES de euros.
No cien, ni mil…, sino MILES.
3. Exceso de confianza o exceso de ego
En un mensaje como el suyo no caben medias tintas. No te van a decir que puedes fracasar. No te van a decir que te ayudarán a mejorar.
No, te van a decir que son los mejores y que tú también lo eres. Te harán sentir especial, te harán sentir capaz y, como decía antes, te garantizarán el éxito.
Y, sinceramente, no conozco a ningún profesional experto en su área que se atreva a decirle a un cliente que le garantiza duplicar su facturación. O que le garantiza ser el número uno de su sector.
Porque un experto suele ser consciente de sus limitaciones y de que, por mucho que la receta suela funcionar, en ocasiones no tiene por qué hacerlo. Porque lo que le funciona a un cliente, no tiene por qué funcionarle al de al lado.
4. ¿Cuál es la experiencia real del vendehúmos?
En realidad todo lo anterior es un mero aperitivo para este cuarto punto. Porque lo primero que debes preguntarte antes de pagar a nadie por que te hable de su experiencia es: ¿de qué vive él o ella? Porque sí, hay tantos hombres vendehúmos como mujeres vendehúmos.
Si la respuesta es que no encuentras un medio de vida demostrable más allá de la venta de su experiencia (de ese curso maravilloso), entonces no deberías pagarle un solo euro.
Un vendehúmos te dice que serás el número uno en ventas, que facturarás miles de euros haciendo eso que él te enseña, pero… ¿ha vendido él ese producto en las cantidades que te sugiere? ¿Ha facturado miles de euros poniendo en práctica sus propias enseñanzas?
Cuando la persona que quiere enseñarte algo no te demuestra que él ya ha conseguido tener éxito con ese método, entonces puedes tacharlo rápidamente de estafador o vendehúmos. Porque no vale con un testimonio (real o falso) puesto en su web de alguien que triunfó con sus cursos. Lo que importa es que el formador, el experto, sea realmente EXPERTO en el área que vende.
5. ¿Puede adaptarse a mis necesidades?
Si algo caracteriza a los vendehúmos es que saben mucho de recetas mágicas, pero tienen poca experiencia real. Eso significa que si te sales de su patrón, si preguntas, si intentas volcar tus necesidades en su programa, ellos no podrán ayudarte ni responderte más allá del discurso que ya tienen aprendido.
Si, a pesar de los 4 puntos anteriores, caes en sus garras, te darás cuenta rápido de si intentan encauzar todas tus preguntas hacia «su camino». Porque no querrán escucharte, querrán que tú te adaptes a ellos, a su plan formativo.
6. ¿Puedes encontrar otros clientes con los que hablar?
Más allá de los cuatro casos de éxito que el propio vendehúmos quiere que conozcas, ¿puedes encontrar a otros clientes suyos? Busca opiniones, infórmate y, sobre todo, contrasta que esas opiniones no provengan de gente que se enriquece igual que el vendehúmos.
Porque otra característica que tienen, es que suelen estar metidos dentro de una red de recomendaciones mutuas, una red de afiliación en la que yo vendo tu curso como bueno y tú vendes el mío.
Si no encuentras a esos clientes, si no puedes contrastar la experiencia que se autoasignan, entonces huye. HUYE y no les regales tu dinero.
Ten cuidado, pero no te pases
En ocasiones, los verdaderos expertos utilizan técnicas muy similares a las de los vendehúmos. No porque ellos sean malos profesionales, sino porque las técnicas de venta que utilizan estos vendedores de humo funcionan de verdad.
Son técnicas agresivas, técnicas masivas, pero funcionan. Lo malo, según creo yo, es que son técnicas que pueden perjudicar tu imagen. Pueden hacerte parecer lo que no eres y puedes generar rechazo de gente que, en realidad, debería disfrutar con tu contenido.
Pero eso no quiere decir que debas descartar a todo aquel que intente venderte un curso fácil y rápido. Es tu responsabilidad contrastar la veracidad de sus argumentos, la veracidad de su experiencia y decidir si es un experto o no.
Porque, aunque hay mucha mi….. ahí fuera, también hay auténticas joyas que te ayudarán a crecer como persona y como profesional.
En resumen
Es muy fácil mentir por internet y parecer algo que no eres. Los vendehúmos saben eso, y también saben cómo hacerte caer en sus garras.
Por eso, casi a la vez de que empieces tus proyectos digitales, debes aprender a detectar a los vendehúmos. Eso te ahorrará disgustos, tiempo y, sobre todo, dinero.
Pero no te olvides que ahí fuera, además de vendehúmos haciendo ruido, hay muchos profesionales de verdad intentando enseñarte cosas muy útiles. ¡Aprende a diferenciarlos!