La disciplina es la hermana fea de la motivación: nadie la escoge, todos prefieren a la otra, pero, al final, la única que trae un futuro es ella.
Ser disciplinado es muy difícil, sobre todo en la época de la inmediatez que vivimos ahora. Estamos acostumbrados a que el placer llega rápido y en cualquier momento que lo necesitemos, y nos hemos desacostumbrado a trabajar, esforzarnos y a esperar un resultado mejor.
Aquí tienes 8 pasos para recuperar esa disciplina perdida y ver cómo consigues tus logros y tus objetivos con mucha más facilidad y rapidez. Y sobre todo, para que dejes de confiar en una motivación que la mayoría de las veces ni está, ni quiere estar.
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La disciplina puede cambiarte la vida
Cada día escucho a gente quejándose de que le falta MOTIVACIÓN para lograr esto o aquello pero, ¿sabes qué pasa con la motivación?
Que no vale para nada, es un placebo que solo sirve como excusa para explicar nuestros propios fracasos.
Lo único que te va a ayudar a conseguir tus objetivos es mucho más tangible que la motivación, pero también más difícil de ejercitar: la disciplina.
Trabajo en casa, para mí (no para otros) desde hace una década, sí que puedo decirte de primera mano qué es y por qué la disciplina es la verdadera clave del éxito.
La disciplina es la capacidad de hacer lo que tienes que hacer, aunque no te apetezca. Una habilidad muy rara estos días, en los que cualquier servicio, producto o red tiene como objetivo absorber nuestra atención.
Las redes sociales, la tele bajo demanda, los servicios de streaming… YouTube, este mismo vídeo,e stán diseñados para que les prestes toda tu atención y sigas haciéndolo la mayor cantidad de tiempo posible.
Y es que de atención va la cosa: la disciplina es la capacidad que tenemos de volcar nuestra atención en esa tarea que tenemos que hacer, y no en todos los placeres y gratificaciones que nos rodean.
- Abres el email: newsletters, patrocinios, ofertas y llamadas para que les dediques atención.
- Abres internet y tus propios marcadores te invitan a leer una revista, un blog… o peor, a ir a una red social.
- Abres el móvil y tienes mil notificaciones de mil ladrones de atención distintos.
- Miras a un lado, una consola, a otro, una televisión, a otro lbiros, a otro…
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
¿Cómo narices puedes ser disciplinado en un mundo como este?
1. Rutinas y planificación
Si no sabes cuándo tienes que trabajar y cuándo puedes tocarte las narices, mal vamos. En el canal hay un vídeo en el que hablo de productividad y justo explico esto: planifica tu trabajo, pero también tu tiempo libre
2. Postergar la gratificación
La disciplina ya hemos hablado que es hacer lo que tienes que hacer, aunque te fastidie. Así que antes de ceder a la distracción, oblígate a aguantar 5 minutos más haciendo lo que tienes que hacer. porque… al posponer la recompensa no le estamos diciendo a nuestro cerebro que NO va a tenerla, sino que tiene que esperar un poquito más.
3. Visualizar el resultado
¿Por qué te estas esforzando cada día?
¿A dónde quiero llegar?
Ejemplo de la lectura: me apasionan la fantasía, la ciencia ficción, el terror…, pero para convertirme en la persona que quiero llegar a ser, el poco tiempo que tengo para leer, prefiero dedicarlo al crecimiento personal. (Sí que es verdad que de vez en cuando…)
4. QUITA las notificaciones
Distintas estrategias: mi mujer las tiene silenciadas, pero las ve, yo ni las veo. ¿Que te pierdes cosas? Las importantes no. Y es que nos da miedo que el mundo avance sin que nosotros nos enteremos. Pero, ¿te acuerdas de cuando no había internet, ni movil?
Para gente que también quiere disfrutar de los lunes
Cada día envío un email con el objetivo de que tú y yo seamos capaces de disfrutar tanto del lunes por la mañana, como del viernes por la tarde.
Yo lo llamo Marca Personal y, además de disfrutar de los lunes, sirve para ganarse (muy bien) la vida.
5. Construir un Alter Ego
o una persona de referencia y preguntarte qué es lo que haría ella.
6. Tolerancia al fallo
Es más, te diría que, si has pospuesto la gratificación y aun así no consigues centrarte, parece razonable que te concedas esa pausa. al fin y al cabo todos somos humanos y no podemos pretender ser como una máquina que no falla nunca.
7. Recompénsate
Es algo que cada vez uso menos, pero que al principio me venía genial (o cuando implanto un hábito nuevo).
8. Y aunque todo falle: GO TO THE FUCKING GYM!
Aquí voy a utilizar a un personaje que me descubrió uno de mis mejores amigos y que se llama Papa Swolio. Porque así, poco a poco, conseguirás ampliar tu ventana de tolerancia.
Al final, lo que diferencia a los Rafa Nadal del resto, es la capacidad de controlar nuestros propios impulsos y dirigirlos hacia donde deberían estar. De ser dueños de nosotros mismos y ser capaces de decidir donde poner nuestras energías y nuestra atención.
Si te interesa este tema de la disciplina y la productividad, entonces seguro que te interesa este otro vídeo. Échale un vistazo para encontrar la mejor versión de ti mismo → vídeo productividad (18) o (22).