Cuando alguien monta una web, no tarda más de unas semanas en escuchar algo sobre el famoso PageSpeed de Google. En ese momento sale corriendo a ver qué nota pone Google a su web y, entonces, empiezan los dramas.
Como buena primera página web, el susodicho se encontrará con un resultado bastante pobre al usar la herramienta de Google. Por eso hoy quiero contarte cuánto caso deberías hacer a ese resultado.
Porque no es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida, como decía aquel, y el PageSpeed no es la única métrica que importa.
Qué es el PageSpeed
Por mucho que pueda parecer, el PageSpeed no es una medida de la velocidad de carga de tu web. O no del todo. PageSpeed es un índice que proporciona Google a cada web según una serie enorme de parámetros que podrían influir en el tiempo de carga.
En ese índice entran análisis técnicos de cuándo cargas ciertos ficheros, dónde los cargas, cuántos son, cuánto pesan… y un montón más de datos que ni siquiera necesitas entender. Y uno de esos datos es el tiempo de carga. Solo uno de ellos.
De hecho, ni siquiera es el más relevante. Porque puedes encontrarte webs que cargan en 1,5 segundos (como las mías) que tienen un PageSpeed penoso.
El caso es que Google, a través de su Google PageSpeed, intenta poner nota a las webs para medir este aspecto. Lo hace a través de muchísimos factores diferentes, factores que van más allá del tiempo de carga.
¿Cuán importante es el Google PageSpeed?
Google, desde su concepción, ha trabajado en maneras de clasificar, categorizar y facilitar la ordenación de las páginas webs que tiene en su base de datos. Porque, por si no te lo habías planteado, el internet que conoces no es una red infinita de ordenadores y páginas webs. Lo que tú conoces como internet, es una tabla gigantesca en la que Google mete (y saca) las páginas webs que aparecen en sus búsquedas. Y eso, amigo mío, no es ni el 5% de las páginas totales de Internet (con mayúscula). Aunque eso es otro tema.
El caso es que Google es hoy lo que conocemos por la manera tan alucinante que tiene de buscar, en fracciones de segundo, dentro de esa tabla con miles de millones de entradas. No voy a entrar a hablar de la increíble historia que hay detrás de esta compañía, pero es importante remarcar que todo su éxito está en ese motor de búsqueda que tiene por detrás.
Y ese motor de búsqueda se basa en miles de factores diferentes, combinados en cientos de reglas que modifican cada año y que hacen que tu web aparezca o no en una posición distinta cuando alguien usa Google.
Dentro de esos miles de factores, uno de ellos es este famoso Google PageSpeed.
Repito: uno de cientos. Sí, es verdad que su importancia es muy alta (y no solo por Google, sino porque tus usuarios no van a esperar 40 segundos a que tu web cargue… ni siquiera 5), pero no es el único.
Además, como te comentaba al principio, el Google PageSpeed incluye un montón de información técnica que es muy relevante para los bots automáticos de Google, pero no tanto para un usuario humano y real.
Cómo medir bien tu PageSpeed
Aunque Google sea el Dios de las búsquedas en internet, su palabra no lo es todo. Una página web con un Google PageSpeed del 65% no tiene por qué posicionarse peor que otra con el mismo contenido y un Google PageSpeed del 85%. Porque el contenido, la forma, la popularidad… y otro montón de factores influyen en lo bueno o malo que eres para Google.
Es importante que comprendas esto cuando vayas a la página de desarrolladores a medir tu Google PageSpeed. De hecho, mi página web de escritor (https://cabaltc.com) ha tenido (y puede que siga teniendo mientras lees esto) un Google PageSpeed de 65% o menos, y su posición en las búsquedas de las palabras clave que me interesan es bastante buena.
Por eso quiero explicarte qué cosas del informe del Google PageSpeed deberías mirar primero, cómo deberías hacerlo y por qué no deberías fiarte solo de Google:
1. El informe de Google PageSpeed
Como te decía al principio, los robots de Google miran un montón de cosas para darte la nota de tu web. Y lo que más me molesta de ese informe, es que no te dan el dato más importante para ti: el tiempo exacto de carga de tu web.
Google solo te dice tu nota es esta y estos son tus fallos. Pero, ¿qué más te da a ti la optimización HTML, CSS, JS o el tiempo de respuesta del servidor?
Si tu página se ve bien, tu tiempo de carga no es muy alto y tus usuarios tienen una buena experiencia… ¿qué más te da sacar un 65 que un 85?
Además, para solucionar los errores que casi siempre (por no decir siempre) aparecen en ese informe hacen falta conocimientos técnicos bastante avanzados y, en la mayoría de los casos, solucionarlos solo sirve para mejorar el índice, no la experiencia de usuario.
¿Podría tener un Google PageSpeed de 100 en esta web? Sí, de hecho he conseguido el 98% haciendo varias cosas, pero… ¿para qué? El valor en sí no lleva a ninguna parte y perjudica ciertos temas que yo no quiero tocar.
Pero aunque tuvieras un 99% de Google PageSpeed… ¿es un dato real y relevante? No, y ahora verás por qué.
2. La mentira del PageSpeed
El PageSpeed, entendido como el tiempo en segundos que tarda una web en cargar, es irreal en la herramienta de Google.
¿Por qué?
Porque Google utiliza servidores distribuidos por todo el mundo para hacer un cálculo medio del tiempo que se tarda en acceder a tu web. Eso quiere decir que un valor alto en Google Insights no significa una web lenta.
Puede significar que tus compatriotas ven tu web en menos de un segundo, pero que un servidor perdido en la otra punta del mundo ha tardado 10 segundos en conectar.
Y Google ni siquiera te dice cuánto se ha tardado en ir a tu web desde dónde. Solo te da una media y te dice que es mala…
3. Dónde medir el Google PageSpeed
Uno de los errores más habituales al usar Google PageSpeed es hacerlo solo en tu página principal (https://davidolier.com en este caso). Esa página, en el mejor de los casos, atraerá a un 3–10% de las visitas. La mayoría de tu tráfico (si tienes una página de escritor al uso) llegará a través de las páginas de tus libros o (si tienes un blog) lo hará a través de tus artículos o incluso la página principal de tu blog.
Así que, ¿por qué solo mides tu página principal? Por lo menos deberías medir:
- Tu página principal
- La página del blog
- Un artículo estándar
- Tus páginas de venta
Ya, David, pero si es la misma página web… ¿qué más da donde mida?
No da igual y además es muy importante hacerlo. Hay páginas con barras laterales, páginas con más fotos, páginas con… ¿me sigues? Cada página tendrá un valor distinto, porque cada página tiene un contenido distinto.
Y la diferencia no es pequeña. Déjame que te ponga aquí el ejemplo de una página web de un escritor (o escritora) cuyo nombre no mencionaré. Solo decirte que usa una plantilla de mi amado (sarcasmo) ThemeForest (Avada, más en concreto) y tiene estos valores de Google PageSpeed:
- Front page: 90%
- Blog: 85%
- Post: 43%
Parece que la página principal está trabajada, pero su principal fuente de visitas (los artículos) está cargando más lento que cuando usábamos modems para conectarnos a internet allá por los 90… y eso es muy malo.
4. Móvil vs PC
Otro gran olvidado es el tema de los móviles. En el ejemplo que te ponía antes, los valores de 90% y 85% son solo para ordenadores de desktop. ¿Qué pasa con sus resultados de móvil? Que, en general, caen un 10% con respecto a sus versiones en pantalla grande.
Y esto es crítico, porque más de la mitad del tráfico de cualquier web a día de hoy viene de un móvil (para el que, recuerda, no tenemos ni la mitad de paciencia).
Cuando midas tu Google PageSpeed no te olvides nunca de mirar los resultados móviles primero. Es mucho más importante tener bien esos que los del ordenador.
5. Mide con distintas herramientas
Tampoco debes olvidar que, aunque siempre hablemos de Google como Dios, existen un montón de herramientas más precisas por la red. Al fin y al cabo, hay valores del Google PageSpeed que se analizan haciendo promedios entre los accesos desde distintas partes del mundo. ¿Y a mí qué me importa el tiempo de acceso desde China o la India? Tú y yo hablamos español, por lo que nos importan los países de habla hispana, y más en concreto el país en el que residimos.
Al final, el 75% de nuestro tráfico suele proceder de nuestro propio país.
Así que nunca te olvides de utilizar diferentes herramientas para medir la velocidad de tu web. Sí, Google PageSpeed es importantísimo, pero te da muy poca información sobre cuáles son los problemas exactos de tu web y no te deja elegir desde dónde quieres medir.
Por eso te recomiendo que, además del Google PageSpeed, utilices servicios como:
- Pingdom Tools, teniendo cuidado de elegir un servidor cercano a tu país (Suiza si eres español)
- GTmetrix, más complejo que los otros pero con información muy valiosa.
- Dareboost, la más gráfica de todas.
- Woorank.
6. Mide varias veces
Las conexiones son muy variables, lo puedes probar con cualquier test de velocidad que encuentres por internet. Por eso, yo te recomiendo que antes de tomar la decisión de que tu Google PageSpeed es una mierda y debes prender fuego a tu página web, midas varias veces en varios momentos del día diferentes. Y, sobre todo, que lo hagas con varias herramientas.
No vas a ver unas variaciones increíbles de la nota, pero se puede mover unos cuantos puntos arriba o abajo.
En definitiva
Medir es algo esencial en cualquier actividad de nuestra vida y es algo que debes hacer de vez en cuando para ver la salud de tu página web. Sin embargo, el Google PageSpeed no es la palabra de Dios (aunque lo parezca). Medir bien con él y entender lo que dice es todo un arte, pero sobre todo es importante que midas con otras herramientas.
¡Y no te olvides de que el Google PageSpeed es solo un número! Si tus usuarios y tú estáis contentos con el funcionamiento de tu página web… ¡no te obsesiones con mejorarlo hasta la perfección!