Después de más de 12 años, he decidido eliminar mi cuenta de Facebook. ¿Cómo se hace? Y más importante, ¿por qué he decidido borrarla?
Llevaba ya varios años con dudas sobre si cerrar mi cuenta, suspenderla o dejarla como estaba, hasta que por fin me he decidido. No ha sido una decisión fácil, como verás, pero déjame que te cuente por qué lo he hecho. Quizá empatices con mi situación y te decidas a hacer lo mismo.
1. Alternativas a cerrar tu cuenta de Facebook
Las redes sociales, como todos sabemos, han sido el caldo de cultivo de nuevas adicciones y de cambios en nuestro comportamiento habitual. Desde los foodies, que no comen tranquilos si no publican una foto de su comida, hasta aquellos que no pueden ir al baño sin antes narrarlo en sus perfiles sociales.
Uno de los primeros problemas con los que me encontré cuando empecé a trabajar por mi cuenta, fue la cantidad de tiempo que podía dedicar a tareas improductivas. Facebook, así como Twitter y otras redes sociales, se llevaban muchas de mis horas sin que me diera cuenta.
Fue entonces cuando esbocé una primera solución al problema del tiempo de uso: desactivar la cuenta de Facebook por un tiempo. Porque, entre sus opciones, Facebook nos permite cerrar nuestra cuenta durante un periodo de tiempo indeterminado, pudiendo recuperarla en las mismas condiciones que estaba.
Si lo hubiera hecho, quizá este artículo que estoy escribiendo ahora hubiera llegado más adelante (o no hubiera llegado nunca). Pero no lo hice. En su lugar, lo que hice fue borrar la aplicación de Facebook de mis dispositivos móviles.
Con eso conseguí reducir mi tiempo de uso, aunque no atajé el verdadero problema.
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
2. Por qué eliminar tu cuenta de Facebook
Reducido el problema de exceso de uso, empecé a encontrarme con otros problemas y polémicas girando alrededor de la aplicación del señor Zuckerberg.
Aquí te voy a contar qué es lo que me ha llevado a tomar esa decisión que comencé a meditar en 2017. Con estos argumentos no pretendo convencerte de que Facebook es malo, sino ayudarte a dar el paso si ya tienes las dudas que yo tenía.
2.1. Falta de interacción
Con los años, la gente de mis círculos cercanos ha ido abandonando Facebook. No quizá de una forma activa (la mayoría siguen ahí), pero sí de una forma espiritual.
Unos han dejado de entrar o lo hacen una vez al mes o al año. Lo suficiente como para contestar un par de cosas y/o felicitar algún cumpleaños y recordarte que existen, poco más.
Otros se limitan a compartir y recompartir memes, chistes y cosas graciosas.
Otros buscan generar polémica en casi cualquier hilo de comentarios que encuentren.
Y muy pocos siguen manteniendo conversaciones sobre temas que no sean los anteriores. Los debates, conversaciones y demás ya no están en Facebook, sino en otras herramientas.
2.2. Aislamiento selectivo
Facebook, a diferencia de Twitter, hace años que se dedica a manipular los contenidos que puedes ver en tu muro, en tu feed. No me atrevería a dar una fórmula sobre qué y por qué te muestra determinados contenidos, pero sí que tengo comprobado que muestra aquellos con los que sueles interactuar.
Ya sea porque te generan rechazo, porque quieres saber a ton de qué han dicho tal o cuál cosa o por lo que sea, Facebook va encogiendo la cantidad de gente que llena tu feed.
Eso hace que día tras día veas las mismas caras y los mismos comentarios. No siempre, además, acorde con lo que te gustaría ver.
2.3. Desvirtuación del significado de la palabra amigo
En sus orígenes, Facebook empezó siendo un círculo online de amigos. Gente que conocías en tu día a día, compañeros, amigos… Facebook trasladó al mundo online las conversaciones en la cafetería, sin necesidad de estar físicamente allí.
Sin embargo, con los años, las invitaciones dejaron de llegar y de enviarse por motivos de amistad y empezaron a llegar casi como si fueran spam. Gente a la que no habías visto en tu vida, con la que nunca habías hablado, entraba y salía de tu círculo de «amigos». Algunos, como yo, empezaron a recibir invitaciones laborales a través de Facebook. Clientes, colegas, competidores o gente que simplemente tenía curiosidad por ver tus fotos.
Pasamos de tener 50 ó 100 contactos a tener cientos y cientos de ellos.
Esto, sumado a los dos puntos anteriores, hizo que en mi feed casi no aparecieran publicaciones de la gente sobre la que yo realmente quería leer.
2.4. Polémica y más polémica
Al abrir tanto el abanico de contactos y centrar las publicaciones propuestas en aquellas que «generan conversación», mi muro se fue llenando de conversaciones polémicas. Porque la polémica, amigos míos, es lo que más conversación genera.
Gente que no conocías de nada entraba a tus publicaciones a insultarte, llevarte la contraria o tacharte de cosas que prefiero no reproducir. O al revés, veías cómo gente que tú conocías entraba a reventar las conversaciones ajenas.
Facebook, poco a poco, va manipulando tu muro para que veas solo lo que quieres ver o, mejor dicho, lo que él quiere que veas.
2.5. Migración a otras redes sociales
En este caldo de cultivo, he visto cómo las conversaciones de antes se han ido a herramientas como Telegram o Whatsapp. Los colegas ya no hablamos vía Facebook, porque no nos hace falta.
Además, la otra parte atractiva de Facebook, las imágenes, se ha movido a otra red social diferente. La gente ya no publica sus viajes, vacaciones y demás en Facebook. Hace tiempo que lo hacen en Instagram.
Entonces, ¿Facebook se ha quedado solo para los memes, los chistes y la polémica?
2.6. Seguridad y privacidad
Dejando de lado los temas prácticos del día a día, uno de los motivos más importantes que me empujaba a borrar cuenta Facebook, fue la clara falta de ética que demuestra la empresa cada día que pasa.
Polémicas por su participación activa en campañas políticas, por sesgar la información que reciben sus usuarios con otros fines, la venta de información privada, los líos con las cesiones de derechos de imágenes, la aparición de estas imágenes en campañas publicitarias… Todo sumado a que sus aplicaciones recogen muchísima más información de los teléfonos móviles de la que deberían.
Facebook es, casi sin dudarlo, la aplicación que más vulnera nuestros derechos y que más nos manipula. No tienes más que hacer una búsqueda por las noticias de la última semana (leas cuando leas esto) y verás que hay algún artículo en el que se habla (mal) de Facebook.
Lo último son pérdidas millonarias en sus ingresos publicitarios por el abandono de Facebook de las grandes marcas en diversas protestas. Os anticipo que acabará en papel mojado, pero ahí está una polémica más.
2.7. Publicidad
El objetivo de Facebook es ganar dinero y Facebook gana dinero vendiendo publicidad. Eso hace que tu timeline esté siempre lleno, llenísimo, de publicidad.
Es verdad que toda red social o plataforma online (como Google mismo) basa la mayor parte de sus ingresos en la publicidad, pero es que Facebook no tiene ningún escrúpulo a la hora de aprobar, aceptar o distribuir anuncios de cualquier clase.
No sé cuántos anuncios he denunciado por su contenido fraudulento o ilegal. Por incumplimiento de derechos de autor, por no anunciar lo que venden o por cualquier otro motivo. A Facebook eso le da igual (de hecho, cuando acepta tus denuncias te suele decir que tú no verás más ese anuncio, no que vayan a retirarlo), ellos solo quieren ganar más y más dinero.
Hace mucho que Facebook dejó de ser una red social. Los usuarios solo somos cerdos de camino al matadero, somos la carne que alimenta sus fines publicitarios. Para ellos solo somos útiles porque nos pueden vender en forma de hamburguesa a los anunciantes.
2.8. Privacidad (2)
Una de las cosas que llevo tiempo haciendo es revisar todos los recuerdos que propone Facebook. Cosas que publicaste y sucedieron 1, 2… hasta 12 años atrás.
Viendo que mi perfil de Facebook se había convertido en un perfil semiprofesional, más con un objetivo de negocio que para disfrute personal, me he dedicado a borrar todos y cada uno de los recuerdos que no iban en esa línea.
Además, no quiero que Facebook albergue imágenes, comentarios y contenido que, viendo la política de lo correcto del siglo XXI, puedan sacarse de contexto y utilizarse en mi contra.
3. ¿Qué me impedía eliminar la cuenta de Facebook?
A pesar de todo lo que te he contado en el punto anterior, me resistía a eliminar mi cuenta de Facebook. Llevo años, al menos cuatro, planteándome cerrarla.
¿Por qué no lo he hecho?
3.1. Cumpleaños
Pues sí, que Facebook te recuerde los cumpleaños de la gente está muy bien. Pero también ha hecho que pierdan todo su sentido. Ya no felicitas a la gente porque te acuerdes de ellos, les llames y/o hables con ellos un rato.
Ahora solo te limitas a ver qué cumpleaños te dice Facebook que hay y a escribirles un escueto y genérico mensaje.
Me ha costado tiempo, pero ya tengo añadidos en mis contactos casi todos los cumpleaños de la gente que me rodea. Seguro que se me pasan y olvidan unos cuantos, pero también me estaba sucediendo con Facebook por no usarlo todos los días.
3.2. Grupos especializados
Este es quizá el punto que más me ha echado para atrás durante los últimos dos años. En Facebook hay grandes comunidades de casi cualquier cosa. Por eso, los dos grupos de cuidadores de degús que seguía fueron lo que más me retuvo.
Sin embargo, fuera de Facebook también tienes muchísima información y gente que puede ayudarte. Empezando por los verdaderos expertos: los profesionales de ese sector, en este caso veterinarios.
Para el resto, en los últimos años he ido yendo a la fuente (las páginas web) de cada tema en lugar de a Facebook. Si tengo que mantener una conversación, utilizo Twitter.
3.3. Las páginas de Facebook de mis webs
En los últimos años he ido creando páginas de Facebook para algunas de mis webs. Estas tenían cientos (o miles) de suscriptores y un engagement más o menos decente.
Sin embargo, la realidad es que a la gente no le gusta salir de Facebook. O, si les gusta, el impacto que tiene en las estadísticas de una web de cierto tamaño es… bueno, pequeño (siempre y cuando no haya una inversión publicitaria detrás).
Ese impacto, en números, oscila entre el 0,23 y el 0,86% del tráfico anual de mis webs. Una cantidad claramente despreciable sin la que puedo vivir.
Nota: repito que yo no baso mi modelo de negocio en pagar publicidad en Facebook para atraer tráfico a mis webs. Si lo hiciera, este artículo sería totalmente distinto.
4. Borrar Facebook: misión ¿imposible?
Cualquiera que tenga una cuenta creada en alguna página de internet sabe que cerrar/borrar una cuenta suele ser un proceso sencillo y fácil de encontrar. De hecho, hay una buena práctica para la experiencia de los usuarios que dice que el borrado de una cuenta debe ser al menos tan fácil como crearla.
Son pocos los servicios que lo ponen difícil.
Alguno hay: unos te piden que envíes un correo al servicio técnico (para intentar convencerte de lo contrario), otros ocultan las opciones por el menú, otros añaden formularios kilométricos…
Facebook es de estos últimos. Su panel de configuración es… enorme y no tiene una opción directa para el borrado de la cuenta. Después de hurgar un rato por el menú, tuve que buscar en internet cómo se hacía.
Por eso, en parte, he escrito todo esto.
5. Cómo eliminar tu cuenta de Facebook
Y ahora sí, vamos a ver cómo cerrar una cuenta de Facebook. El proceso es algo diferente si ves Facebook con el menú clásico o con el nuevo menú.
Lo que es idéntico es el proceso para desactivar y para eliminar la cuenta. Cambia únicamente el último paso que, en lugar de decirle que quieres borrarla, le dirás que quieres desactivarla por un tiempo.
5.1. Cómo borrar cuenta de Facebook en la versión nueva
Si el menú de tu página de Facebook es diáfano, blanco y con iconos sin texto, entonces estarás utilizando la versión nueva de Facebook.
El proceso de borrar la cuenta será el siguiente:
5.1.1. Despliega el menú
En la parte superior derecha, pincha en el icono triangular que despliega el menú.
Una vez dentro:
5.1.2. Configuración y privacidad
Entra en la opción de Configuración y privacidad del menú.
Una vez dentro:
5.1.3. Configuración
Entra en configuración. Al hacerlo, Facebook te llevará a una página mucho más grande llena de botones y opciones.
5.1.4. Tu información de Facebook
Entra en tu información de Facebook (tercera opción del menú empezando por arriba). Es en esta sección donde tendrás la opción de Desactivación y eliminación. Es la última que verás en la captura de pantalla siguiente (en la parte derecha, debajo de «Administrar tu información»).
Si pulsas en ella verás:
5.1.5. Desactivación y eliminación
Después de 5 pasos, por fin tendrás delante de ti las opciones para eliminar tu cuenta de Facebook. En el caso de que quieras desactivarla, también lo podrás hacer desde aquí.
En cualquier caso, elige la opción que quieras. Para la guía que nos ocupa, elegimos Eliminar cuenta de forma permanente.
5.1.6. Eliminar cuenta de forma permanente
Desde aquí tienes la opción de eliminar la cuenta de Facebook de forma definitiva. Ten en cuenta que, si solo quieres cerrar la cuenta pero quieres seguir usando su Messenger, lo que tienes que hacer es desactivar la cuenta, no eliminarla.
Por eso tienes aquí un mensaje y una opción adicional para hacerlo.
Una vez pulses Eliminar cuenta, tus datos pasarán un periodo de cuarentena antes de ser borrados.
5.1.7. (Opcional) Descarga tus datos
De manera opcional, Facebook te permite descargar toda la información que le has proporcionado a lo largo de los años.
Si quieres hacerlo, no tienes más que (antes de pulsar eliminar) pulsar en el botón que dice Descargar información.
5.2. Cómo eliminar cuenta de Facebook en la versión clásica
En la versión clásica, curiosamente, borrar la cuenta de Facebook es un poco más sencillo. Ahora, no tienes ese paso de «Configuración y privacidad». Para saber si usas la versión clásica, basta con que te fijes en el color del menú:
Si es azul, estás usando la versión clásica.
Allí bastará con que:
- Despliegues el menú
- Entres en «Configuración»
- Vayas a «Tu información de Facebook»
- Elijas «Desactivación y eliminación»
- Termines con «Eliminar cuenta de forma permanente»
Las pantallas son prácticamente idénticas, salvo por esa primera opción (de «Configuración y privacidad» que en la versión clásica no tienes).
6. ¿Cómo recuperar la cuenta de Facebook tras el borrado?
Facebook te da 30 días para arrepentirte de tu decisión. Durante ese periodo, tu cuenta se mantendrá en un limbo que te permitirá recuperarla.
¿Cómo?
Bastará con que te conectes de nuevo a tu cuenta, con tu usuario y contraseña. Cuando lo hagas, verás un mensaje que te preguntará si quieres seguir con el borrado o quieres recuperar la cuenta.
Pasados esos 30 días, tu cuenta será borrada definitivamente y no podrás acceder a ella ni recuperarla.
Faltaría saber si realmente borran tus datos o los guardan para engrosar sus analíticas y seguir teniéndote fichado, pero eso, salvo que haya alguna filtración, nunca lo sabremos.
7. Y ahora, ¿qué?
Ahora es el momento de borrar las aplicaciones de Facebook que tantos datos extraen de nuestros teléfonos y te prepares para vivir una vida un poco menos complicada.
Yo llevo ya un par de semanas sin mi cuenta de Facebook, esa cuenta que visitaba por inercia casi todos los días (al menos cuando me aburría), y no la echo nada de menos.