Esto que voy a enseñarte es la facturación de una de mis academias entre los años 2018 y 2021. Una academia que se basaba en la parte visible de mi marca personal por aquellos años: mi pasión por escribir.
Con esa pasión, con ese saber hacer, captaba la atención de otros profesionales y les hablaba de cómo podían sacar provecho a un programa en concreto.
¿Ves ese pico grande de la derecha? ¿Esa facturación casi 7 veces superior al resto? Es el resultado de enviar un único email. Un email más certero que la bala de un francotirador.
Ni la pandemia, con su encierro en casa y el aumento de ventas online consiguió elevar la facturación más de 3 veces.
Esta otra gráfica es la de los ingresos generados única y exclusivamente por mi marca personal desde la web que lleva mi nombre, entre 2017 y 2022. Tú mismo podrás decir sin temor equivocarte en qué mes empecé a utilizar mi newsletter de forma adecuada.
La pregunta es, ¿cómo hacemos todo esto?
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Marca personal y newsletter en 5 pasos
Hay una razón y solo una por la que una newsletter es a una marca personal lo que las patatas fritas a una hamburguesa.
Porque una marca personal, como he explicado en otros vídeos, no es más que una forma de ser mejor, destacar y CONECTAR con las personas que te rodean.
Y por otro, el email es la forma de comunicación digital más PERSONAL e ÍNTIMA que existe en internet (intelectualmente hablando, para lo otro ya tienes «solo fans»).
Si ya estás conectando con tu entorno, una newsletter es la forma más natural y efectiva de afianzar esa conexión, conseguir fidelizar a tu audiencia y, sí, de ganar dinero con ella.
Lo que pasa es que para ganar dinero, dinero de verdad, y mantener esa conexión humana no basta con crear unos cuantos emails y ponerlos en automático.
Es lo que hacía yo antes de 2021 y por eso facturaba tan poco.
¿Quieres saber qué cambios hice para multiplicar la facturación de mi marca personal a través de los emails? Estos son los 5 más importantes.
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
1. Encuentra tu mensaje
Una newsletter no es solo un sitio en el que cuentas cosas, es el lugar en el que pones en contacto a todas las personas que te siguen con el mensaje que quieres transmitir, con la visión y la pasión que mueven a tu marca personal.
Es el PARA QUÉ haces lo que haces (más allá del dinero).
El mío es ayudar a otros a encontrar su pasión y a construir un proyecto de vida que les llene y del que puedan disfrutar incluso los lunes por la mañana.
Hay otros que quieren comunicar su pasión por las ventas, las finanzas (NUDISTA INVESTOR), los jamones… (MAXI PORTES).
Encuentra cuál es tu mensaje y verás cómo cambia la película.
¿Te acuerdas de esta imagen? Si hay un cambio que marcó la diferencia en 2021 fue precisamente este.
2. Invita a todos a unirse a ese mensaje
De nada sirve que tengas una newsletter si nadie sabe que la tienes.
No la escondas al final de tus posts o en el enlace de tu perfil. Cada vez que escribas, grabes o publiques algo, invítales a saber más de tu visión.
Explícales que tus suscriptores reciben mucho más material que ese, más trabajado, diferente o cualquier otro valor extra que aportes en tus emails.
Por eso te invito siempre a suscribirte: porque hablamos de cómo potenciar tu marca personal y estrategias para ser más y mejor cada día
Pero por encima de todas esas llamadas a la acción, está compartir y aportar valor relacionado con tu visión, con tu mensaje. Porque la clave de crear contenido no es hacerlo PARA poder invitarte a la newsletter, la clave de crear contenido es compartir tu mensaje y, a cambio de un poco más de valor está esa llamada a la acción
3. Llama la atención
Si cuando la gente se ha suscrito a tu newsletter les mandas emails aburridos con títulos aburridos (como «Newsletter edición 57»), ¿para qué la has creado?
Que te cedan su email es el primer paso, que te lean es el más importante.
Por eso tienes que conseguir 2 cosas: la primera es que abran tu email y la segunda que lo lean hasta el final.
¿Cómo?
Técnicas para crear asuntos irresistibles hay muchas, pero estas dos funcionan especialmente bien:
La primera es que les enseñes a hacer algo que quieran conseguir. Por ejemplo, si eres un experto en marca personal, la gente te conoce como tal y se han suscrito porque eres un experto en marca personal, puedes usar un título tan sencillo como este, que conseguirá una tasa de aperturas brutal:
«Cómo construir tu marca personal en 4 pasos»
La segunda es tan simple como arriesgada. Y no es más que sorprender a tus suscriptores diciéndoles lo contrario de lo que esperan oír.
Imagínate que mi pasión fuera la seguridad informática y que he construido mi marca personal en torno a esa pasión. Mis suscriptores lo saben, saben que soy un experto en el tema y me siguen porque quieren aprender de seguridad informática.
Por eso, si utilizo un asunto que diga «ME HAN HACKEADO», irán como locos a abrirlo para ver que es lo que ha pasado.
En cuanto a conseguir que te lean hasta el final, tengo también dos consejos que darte:
Que les cuentes una historia entretenida, con algún dato curioso o una experiencia interesante, y que lo hagas como lo harías con un amigo.
Una newsletter es una forma de expresión escrita que pide a gritos que escribas de la misma forma que hablas. Usando las mismas palabras, las mismas expresiones y, sí, los mismos tacos.
4. Que no se olviden de ti
Antes de ganar dinero con mis emails, el segundo error grave que cometía era que no escribía de manera regular.
A veces era cada semana, a veces cada mes…, Entre medias mis suscriptores se olvidaban de mí y cuando recibían el siguiente o no lo abrían o decidían no seguir acompañándome.
Si quieres que tu newsletter funcione, si quieres que tu marca personal impacte, tienes que generar contenido de forma constante y regular.
Tú decides cada cuanto, no hace falta que sea cada día como hago yo. Pero sí te diré que si espacias tus emails más de una semana o bien aportas un valor increíble que les haga desear leerte o corres el riesgo de que se olviden de ti.
Lo importante es que, una vez establezcas una rutina, tus lectores se acostumbren y tú cumplas con tu promesa.
5. Si quieres vender, vende
La última mejora que apliqué en mis newsletters y en las de muchos mentorados es la forma correcta de cerrar un email.
Tú ya has aportado el valor y el entretenimiento que querían tus lectores, así que llega el momento de pedirles algo a cambio.
Cierra todos tus correos con la llamada a la acción que más valor te aporta a ti (aunque también a ellos). Sea realizar una acción, apuntarse a una comunidad, contratar un servicio o comprar un producto.
Porque si no ofreces una opción de venta en tus correos, ¿cómo esperas vender?
La clave está en hacerlo dibujando en el lector el dolor que va a resolver si te compra. Pero eso es un tema para otro vídeo.
Si quieres que te cuente cómo escribir un email como el que facturó los casi 5.000€ que te enseñaba al principio entra aquí.
Y ahora, si lo que quieres es crear tu propia marca personal, te invito a echar un vistazo a este vídeo. Verás todas las claves que acompañan a las gráficas que has visto.