Mandar un email al día está de moda, y lo está por algo.
Marcas, empresas, emprendedores, profesionales, aficionados…, preguntes a quien preguntes, tener una newsletter y mandar un email diario parecen las claves del éxito.
Después de dos años mandando un email cada día y cientos de miles de euros facturados a través del email, estas son las 10 ventajas que le veo al correo diario y las 10 desventajas por las que no a todo el mundo le va a funcionar.
10 razones para mandar un email al día
Abrí mi primera newsletter en 2015. Desde entonces he abierto muchas (tanto para mis distintos negocios, como para los de mis clientes) y he enviado miles de emails.
En 2022 empecé a mandar un email al día aquí, como David Olier, y estos son los 10 motivos por los que me parece una forma brutal de construir y conectar con una audiencia.
1. Ganas autoridad
Da igual sobre qué sea tu newsletter: cuando la gente se acostumbra a leerte una vez al día, empiezan a pensar en ti como un punto de referencia para el tema que tratas.
Si hablas de diseño web, te conviertes en su experto de referencia en diseño web.
Si hablas de marca personal, te conviertes en su experto de referencia en marca personal.
Si hablas de jardinería…
2. Ganas fans
En marketing se suele hablar de la temperatura de tu audiencia. Si no te conocen y no tienen ningún interés en común con lo que dices, hablamos de una audiencia fría (gélida más bien).
Cuanto más caliente está tu audiencia, más cercana está a convertirse en algo más que en lectores pasivos, en clientes.
Cuando envías un email cada día, la gente no solo adquiere una temperatura muy elevada en el espectro marketiniano de las temperaturas, sino que, además, se convierten en algo mejor que en clientes: se convierten en prescriptores de lo que haces.
Por eso siempre digo que mis suscriptores son la mejor comunidad del mundo
3. Potencias tu chip de creatividad
Cuando estás buscando y escribiendo ideas todos los días, educas a tu cerebro a hacer algo muy importante: a buscar inspiración allá donde vaya.
Allá donde cuesta mucho escribir tus primeros emails, cuando mandas uno cada día empiezas a encontrar inspiración e ideas en todo lo que te rodea.
Y no solo para escribir emails, sino para crear todo tipo de contenido (artículos, libros, podcast, vídeos, shorts, infoproductos…).
4. Ganas más dinero
Si tienes algo que vender o una forma de ganar dinero con tu audiencia (en este curso te enseño 12 formas diferentes de hacerlo y de llevarlas a cabo con una newsletter), enviar un email al día es una de las mejores formas de conseguirlo.
El poder de la repetición, amigo lector: cuantas más veces saben de ti, más posibilidades tienes de conectar con ellos en el momento en el que necesiten algo como lo que ofreces.
Atención: esto no solo se debe a que mandar más emails consigue más impactos (y más ventas), sino también a lo que verás en los siguientes dos puntos.
5. Mejoras tu persuasión escrita
El copywriting, la escritura persuasiva, es cuestión de dos factores: por un lado, querer que tus palabras sean un vehículo de persuasión y, por otro, practicarlo.
Ray Bradbury decía:
Escribe una historia corta cada semana. Es imposible escribir 52 malas historias seguidas
Imagínate lo que serás capaz de hacer si escribes 365 historias diferentes.
6. Creas una comunidad
Cuando tus suscriptores leen lo que tienes que ofrecer cada día, te das cuenta de que ya no tienes una lista de suscripción, sino una comunidad de personas con intereses comunes.
Y eso es una de las cosas más poderosas que hay en este mundo. No solo para vender más (que también), sino para crecer, enriquecerse y aprender.
Lo que más me ha enseñado en todos estos años han sido los suscriptores que han decidido escribirme, contarme su experiencia, preguntarme o contratarme como mentor. Y eso, amigo mío, tiene mucho más poder que el dinero.
7. Adquieres una rutina
El hábito hace al monje, que dice el refrán.
Cuando escribes un email al día, todos los días del año, desarrollas un superpoder que no todo el mundo es capaz de desarrollar: el poder de la constancia, de las rutinas, de los hábitos.
Porque si eres capaz de escribir un email cada día, significa que serás capaz de crear cualquier hábito diario que te propongas.
8. Consigues tu primer éxito del día
Cuando tomé la decisión de enviar un email al día, me encontré con un beneficio asociado con el que no contaba: y es que cuando empiezas tu día realizando una acción que te acerca un poco más a tu objetivo final, la motivación que tienes para el resto del día se dispara.
No solo eso, sino que, cuando el día sale torcido y no has conseguido lo que querías, saber que has cumplido con tu email diario basta para darte ese empuje de satisfacción que necesitas.
9. Te vuelves un experto en tu campo
Si escribir un email cada día hace que tu audiencia te perciba como un experto en tu área, el hecho de hacerlo, de contar una historia al respecto, hace que tú mismo vayas adquiriendo cada vez más experiencia.
Encuentras nuevos temas, nuevas ideas, profundizas en ellas y encuentras nuevas formas de explorar el núcleo que da forma a tu marca personal.
10. Consigues más suscriptores
El efecto paradójico de estar más presente en la mente de tus suscriptores es que ellos mismos se acordarán de ti con mayor frecuencia.
Eso supone que, aquellos que te lean cada día, tenderán a recomendarte cada vez que surja un tema de conversación en el que puedan usar tus emails como referencia.
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
10 razones para NO mandar un email diario
Sin embargo, mandar un email al día no es tan bonito como parece. No todo el mundo se beneficia de mandar tantos emails y hacerlo tiene varias consecuencias negativas que debes evaluar.
En la última newsletter que he creado (esta de LEGO) envío los emails de forma semanal y hace dos meses que tomé la decisión de dejar de escribir todos los días (por ahora los domingos, pero ya veremos).
¿Por qué?
Por estos 10 motivos.
1. Saturación de tu audiencia (1)
Hay un concepto que no suele mencionarse y es la presión de marketing.
Presión de marketing: cantidad de acciones diferentes con las que impactas en tus suscriptores / usuarios / clientes en un determinado periodo de tiempo.
Enviar un email al día (sumado al resto de impactos de tus distintas redes) aumenta terriblemente la presión que sufren tus suscriptores y puede hacer que lleguen a situaciones de agotamiento y desencanto.
2. Alto coste de mantenimiento
Si quieres que tu newsletter triunfe necesitas pagar por una buena herramienta para enviar tus emails y gestionar tus campañas.
Enviar tantos emails cada día, durante todos los días del año, hace que el coste de las herramientas sea elevado (algunas cobran por email enviado).
Para una lista como la mía, con entre 2 y 3000 suscriptores, el coste de enviar un email al día con mi proveedor actual es de ~1200€ al año.
3. Bajas aperturas
Ten en cuenta que cuantos más emails envíes a tu audiencia, más difícil será conseguir que te abran todos los días.
Sí, existirá un núcleo duro que no se perderá ninguno de tus emails, pero lo habitual es que, cuando aumentas tanto tu frecuencia de envío, la cantidad de personas que los abren sea menor.
Mi newsletter, por ejemplo, pasó de un 78% de aperturas cuando enviaba un email al mes a un 57% al enviarlos por semana y a un ~30% ahora que escribo cada día.
Esta newsletter:
4. Saturación de tu audiencia (2)
El problema de que no siempre abran tus correos es que se darán situaciones en las que, suscriptores que de otra forma te leerían gustosos, se encuentren con demasiados emails tuyos pendientes de leer.
Esa acumulación de emails pendientes de una misma procedencia genera frustración y hace que la gente se dé de baja.
De hecho, un 17% de las bajas de mi newsletter diaria indican que lo hacen porque reciben demasiados correos.
5. Consumo de tiempo
Incluso cuando tu tiempo de creación de emails está tan optimizado como el mío (que tardo en escribirlos y enviarlos entre 20 y 30 minutos), hacerlo cada día tiene un impacto en tu horario.
30 minutos al día suponen 3,5 horas a la semana, 14 horas al mes y 182,5 horas al año.
Si tu newsletter necesita un contenido más complejo y elaborado, que te cueste más de ese tiempo diario, el consumo de tiempo de enviar un email al día se disparará. Salvo que ganes tanto dinero que lo compense, necesitarás encontrar fórmulas menos ambiciosas para hacerlo sostenible (enviar un email cada semana, cada mes…).
6. Agotamiento del newslettero
Aunque adquieras una firme rutina de escribir a tu audiencia todos los días, la realidad es que llegará un momento en el que te agotes de hacerlo.
Llevo más de dos años escribiendo un email cada día y, en este tiempo, he tenido al menos dos momentos críticos en los que me planteé echar el freno.
Sí, en ambos momentos encontré motivos suficientes como para continuar, pero quizá llegue un día en que no lo haga.
7. Tienes que trabajar todos los días
Por mucho que escribas, planifiques y programes correos, la realidad es que necesitas trabajar cada día del año.
No es mucho tiempo y puedes tener unos cuantos preparados de antemano, cierto, pero sigue siendo algo que tienes que hacer en vacaciones, Navidades, enfermo y bajo cualquier circunstancia.
Es por esto que yo decidí no enviar correos en domingo. Valoro mi tiempo personal por encima del laboral y llevaba tiempo teniendo que escribir 3 ó 4 emails cada lunes para compensar los fines de semana que no escribía.
8. Tendrás muchas bajas
Que la gente se desuscriba de tu lista no es malo per se, pero cuando envías un email cada día la tasa de bajas es más elevada que con emails semanales o mensuales.
Si no consigues también una alta tasa de suscripciones para compensarlo, puedes ver cómo tu lista se va reduciendo poco a poco.
9. Necesitas toneladas de ideas
Con el chip creativo adecuado se pueden generar buenas ideas de casi cualquier suceso que vivas.
Sin embargo, cuando envías un email al día te encontrarás en situaciones de bloqueo en las que te costará encontrar ideas diferentes sobre las que trabajar o enfoques adecuados para transmitir tu mensaje.
Te lo dice alguien que guarda más de 500 borradores con ideas y emails a medio escribir. Porque las BUENAS ideas varían con el tiempo. Lo que hoy te parece maravilloso y daría para mandar el mejor correo del mundo, mañana puede que te parezca lo peor.
10. No todas las newsletter funcionan con un email al día
Tipos de newsletters hay muchas. Algunas encajan en el modelo diario (como la mía) y otras no (como la de LEGO).
Por ejemplo, las que hablan de las novedades de un sector o empresa que no genera tanto contenido como para escribir una noticia cada día, o las que requieren de un tiempo de redacción tan elevado que no sería factible enviarlos cada día.
Antes de lanzarte a enviar un email al día, párate a pensar en si es sostenible para ti y tu sector y en si no existen otras fórmulas más adecuadas.
En resumen
Enviar un correo al día es una de las formas más potentes de crear, conectar y obtener beneficio de la audiencia que vayas generando con tu marca personal.
Sin embargo, no todas las newsletter necesitan enviar un correo cada día para sacarle el máximo partido a su audiencia y sus habilidades.
Evalúa bien cuál es tu sector, tu audiencia, lo que esperas conseguir de ella y los recursos que tienes a tu disposición para ver cuál es la periodicidad adecuada para tus correos.
Y recuerda: no es una decisión inamovible. Hoy puedes decidir enviar un correo cada día y dentro de un mes pasar a enviarlo cada semana.
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