Trabajar en casa es algo que muchos que no pueden desean pero, ¿es tan increíble, bueno y maravilloso? ¿Es algo que está hecho para todo el mundo? ¿O solo unos pocos elegidos pueden conseguirlo?
A pesar de que te di un montón de consejos sobre cómo ser productivo desde casa, soy consciente de que hay casi tantos pros como contras. Por eso quiero exponerte las ventajas y desventajas que he encontrado a lo largo de los años en esto de trabajar dentro de casa.
El balance entre ventajas y desventajas al trabajar desde casa
Como te decía, no todo el mundo está hecho para trabajar desde casa. Cada uno debe valorar sus opciones, sus pros y sus contras y decidir si es capaz de trabajar donde come y duerme.
Porque lo principal es que tú, tus intereses, tu familia, tu ocio, tus aspiraciones, tu… todo lo que compone tu vida, tenga un balance adecuado. Donde yo me fijo en las ventajas, quizá tú solo veas las desventajas.
Cada uno debe decidir hacia qué lado se inclina la balanza.
Yo, como te decía, llevo desde 2014 trabajando en casa y estoy muy satisfecho con ello. Sin embargo, soy consciente de que he sacrificado ciertas cosas para poder llegar hasta aquí. ¿Me compensan? Por supuesto que sí, para mí las ventajas de trabajar desde casa son infinitamente mayores que las desventajas. Si no, no lo estaría haciendo.
Ahora déjame contarte cuáles son, según mi experiencia, esos pros y contras del trabajo en casa.
Tómate un respiro
Cada día mando un email que te enseña a explotar lo que llevas dentro para que vivas igual de satisfecho el lunes por la mañana que el viernes por la tarde:
Ventajas de trabajar en casa
En todos estos años, he encontrado una serie de ventajas por las que nunca cambiaría el trabajo desde casa. Cada vez que me llega una oferta de trabajo miro la cantidad de teletrabajo que ofrecen y el dinero que me pagan. Ambos parámetros deberían ser sobresalientes para que me decida a salir de casa.
Todavía no ha llegado esa oferta.
Por encima de todo, valoro estas ventajas de trabajar dentro de mi hogar y mucho tendrían que tentarme para inclinar la balanza en otra dirección.
1. Sin tiempo desperdiciado en desplazamientos
Tengo el trabajo a, literalmente, 15 minutos de mi cama. Ese es el tiempo que puedo tardar en levantarme, ducharme, desayunar y sentarme a trabajar.
Sin atascos, sin aglomeraciones, sin retrasos. Cuando antes podía tardar casi dos horas en sentarme en mi puesto (si no tenía que volar a otro país…).
2. Ahorro económico
Como no tienes que desplazarte, no gastas dinero en hacerlo. Fácil y sencillo.
Además, no gastas dinero en comidas, en cafés, en almuerzos, en… Por no gastar, puedes no gastar siquiera dinero en trajes, camisas y corbatas. Tu uniforme de trabajo (del que hablaré un poco más abajo) puede ser la misma ropa cómoda que utilizas un sábado o un domingo.
Tampoco lo gastas en un espacio físico para trabajar, ni en pagar facturas de luz o internet extra. Con las de tu propia casa ya te basta.
3. Flexibilidad horaria
Si un martes no trabajo porque tengo que ir al médico, al banco o cuidar de mis hijos, puedo perfectamente recuperarlo un sábado o un domingo. O, directamente, puedo no recuperarlo.
Yo me planifico. Yo decido cuándo empieza y termina mi jornada y puedo organizarla para encajar todas esas tareas del día a día.
4. Conciliación familiar
Mi vida y mi familia van primero. Al trabajar desde casa puedo organizar mis horarios para pasar tiempo con ellos y, además, cumplir con mis horas de trabajo establecidas.
Solo por este punto, adoro trabajar en mi casa. Más aún cuando en mi trabajo anterior viajaba fuera 50 de 52 semanas al año.
5. Mayor productividad
Hay estudios que dicen que un trabajador fuera del ambiente laboral es más productivo que dentro. Trabajan más rápido y con una mayor calidad cuando lo hacen desde casa.
No sé si eso es cierto al 100%, pero sí puedo asegurarte que, cuando trabajas para ti, el esfuerzo se ve de otra forma. Se está más cómodo, más relajado y se pueden liberar tensiones con mayor facilidad.
6. Menor estrés
Aunque el estrés está siempre presente en una actividad laboral, al hacerlo desde casa tienes unas herramientas mucho más potentes para rebajar la presión de esa olla que es nuestra cabeza. Puedes salir, puedes desconectar y puedes gritar o llorar si te da la gana.
7. No tienes problemas con malos jefes o compañeros
Después de pasar por muchos proyectos dentro de la consultora para la que trabajaba, puedo decir que te encuentras tanta gente admirable y afable como gente despreciable.
Otra gran ventaja del trabajo en casa es que esos roces, esas discusiones, son mucho más difíciles, por no decir imposibles.
8. Solo te rindes cuentas a ti mismo…
… y a tu cuenta del banco. Una de las ventajas de tener un trabajo en casa, un trabajo freelance y sin ataduras con una empresa externa, es que puedes decir BASTA.
Todo esto, claro, presuponiendo que trabajas para ti. Sé que trabajar desde casa no tiene por qué ser sinónimo de trabajar para uno mismo, pero como te decía, yo hablo desde mi experiencia. Y yo soy mi propio jefe, para bien o para mal.
En mi caso, hay meses que cubro mi facturación con creces y antes de tiempo. ¿Qué hago? Muchas veces nada, sigo trabajando. Pero otras… otras me dedico unos días de merecido descanso. Porque prefiero disfrutar de mi vida antes que ganar más dinero.
Desventajas de trabajar en casa
No es oro todo lo que reluce. Trabajar en casa es muy atractivo, sí, pero tienes que saber que vas a sacrificar ciertas cosas que quizá para ti sean imprescindibles. Yo tuve una transición bastante… forzosa y me costó poco ver que las ventajas eran increíbles, aunque no tiene por qué ser así.
Lo que es innegable, es que trabajar desde casa TIENE desventajas.
Estas son las que he ido viendo yo con los años tanto en mí, como en compañeros, colegas y amigos que teletrabajan, ordenadas por cuánto me supusieron a mí en mis inicios.
1. Necesidad de un espacio separado
Lo expliqué con más detalle en los 12+3 consejos para trabajar desde casa y ser productivo, pero una parte esencial de trabajar en casa es tener un lugar desde el que hacerlo.
Puede ser un espacio ficticio (sin paredes), dentro de otro más grande, una mesa en alguna habitación, una habitación entera o incluso un espacio en un coworking.
Lo que sí hace falta es TENER ese espacio.
2. Distracciones al alcance de tu mano
Una ventaja de trabajar fuera de casa es, precisamente, que trabajas FUERA de casa. Que no tienes acceso a esa otra parte de tu vida que tanto te gusta y entretiene. A tus libros, tu televisión, tus videojuegos, tu…
La primera cosa contra la que tendrás que luchar para tener éxito trabajando desde casa, es contra ti mismo. Vas a necesitar una fuerza de voluntad de hierro, unos horarios bien marcados y muchas ganas para lograr vencer a todas las tentaciones que llenan tu casa.
3. Interrupciones ajenas a tu voluntad
Si vives solo, este punto quizá sea poco importante. Sin embargo, los que vivimos acompañados (más aún los que tenemos hijos pequeños), sabemos lo difícil que es que asocien tu despacho (o tu espacio de trabajo) con un lugar en el que no se debe molestarte.
Es muy fácil que te interrumpan para preguntarte algo que, si no hubieras estado en casa, nunca te hubieran preguntado. Pero también es fácil que te interrumpan con ruidos, música, gritos…
En fin, que para trabajar en casa hace falta mantener la concentración aun cuando lleguen esas interrupciones. De hecho, mientras escribo estas líneas, me están llamando desde el salón…
4. Separación trabajo-familia difusa
Si antes decía que la flexibilidad horaria era una ventaja, ahora matizo y te digo que puede llegar a convertirse en una desventaja.
Desconectar del trabajo cuando sales físicamente de un edificio diferente, es más fácil que hacerlo cuando estás en tu propia casa. Por eso es importante marcarse horarios y fijarse límites. Porque, ¿sabes lo poco que cuesta plasmar una idea que se te ocurre mientras estás sentado en el sofá? Te levantas (o no, si tienes el portátil al lado) y en menos de dos minutos estás apuntando esa idea.
Yo sigo pecando mucho de este defecto, pero admito que voy mejorando. De hecho, todo lo que le doy de extra al trabajo, se lo quito cualquier otro día para estar con mis hijos, salir a hacer ejercicio o descansar.
5. Estabilidad laboral
Como decía, este punto será muy diferente si trabajas desde casa por cuenta ajena o por cuenta propia. Si lo haces por cuenta ajena, puedes saltártelo y pasar al siguiente. Si no…
Emprender es un proceso que lleva tiempo y, si lo haces bien, termina estabilizándose, pero los inicios siempre son duros. Durante los primeros años hay meses que el trabajo no llega, meses en los que llega el doble y meses en los que llega a cuentagotas.
Con experiencia, paciencia y trabajo duro la estabilidad está asegurada, pero siempre queda la duda de, ¿qué pasará mañana?
Para eso son muy importantes los modelos de negocio de ingreso recurrente. Y si es pasivo, mejor que mejor. Como te decía, yo ya tengo asegurada una base más que aceptable suceda lo que suceda. Y eso me da una tranquilidad increíble.
6. Carrera profesional
En relación con lo anterior, hay gente que disfruta promocionando y viendo cómo crece dentro del escalafón de su empresa. Cuando trabajaba en consultoría, ese era el motor de muchos de mis compañeros.
Al trabajar por cuenta propia, en tu casa, esas promociones se acaban. No es que sea algo malo: al fin y al cabo ya eres el CEO de tu propio negocio. De hecho, es algo casi positivo. Ya no compites con tus compañeros, solo compites contra ti mismo por ser el mejor profesional posible.
7. Disminución del ejercicio
Una desventaja de trabajar en casa de la que tardé en darme cuenta fue de lo fácil que es no moverse. Al no salir de casa, coger el metro, subir a la oficina, llegar a tu puesto, etc., la cantidad de ejercicio que haces a lo largo de un día es muy limitada.
Fue la báscula la que, de muy malas formas, me recordó lo importante que es mantenerse activo.
Tienes que obligarte a hacer un ejercicio que antes hacías casi de manera natural. De hecho, yo te recomendaría que hicieras un poco más. Estar en forma ayuda casi más a la mente que al cuerpo.
8. Soledad
Para cerrar la lista, no puedo dejar de mencionar la sensación de soledad.
Lo hago en último lugar porque yo, personalmente, es algo que llevo muy bien. No porque disfrute de estar solo (que no me supone ningún problema), sino porque entre llamadas a clientes, reuniones con amigos y, sobre todo, el tiempo que paso con mi familia, solo, lo que se dice solo, no estoy prácticamente nunca.
Sin embargo, mucha gente de mi entorno (la primera de ellas, mi mujer, cuya web hice hace poco y puedes ver aquí) necesita estar rodeada de gente.
Una forma de anular esta sensación de aislamiento, si te supone un problema, es acudir a alguna zona de trabajo común. Los coworking funcionan muy bien para proporcionar sinergias laborales y para hacer que vuelvas a sentirte acompañado.
¿Cuál es el balance de pros y contras que haces tú?
Ahora que has leído estas 16 ventajas y desventajas de trabajar desde casa, ¿cómo ves tu balance personal? ¿Crees que podrás hacer frente a las desventajas? ¿Que las ventajas son suficientes para embarcarte en una aventura como esta?
Es más, ¿te habías planteado que existían todos estos pros y contras?
Quizá ahora veas con ojos menos idealistas a los que trabajamos desde casa. Quizá entiendas el esfuerzo, la dedicación y, sobre todo, la fuerza de voluntad que tenemos que demostrar cada día que lo hacemos.
Porque, aunque a todo se aprende en esta vida, para trabajar en casa hay que estar hecho de una pasta especial.