Uno de los reclamos más populares entre los falsos gurús, con esos cursos maravillosos que te prometen forrarte sin hacer nada, son los ingresos pasivos. La realidad es que, a pesar de sonar muy bien, esos ingresos no tienen nada de pasivo.
O al menos, no como intentan vendértelo. Porque lo venden de tal manera, que parece que trabajas un día y te sientas a contemplar cómo llueven los billetes.
Déjame que te cuente, desde mi experiencia de vivir de esos mal llamados ingresos pasivos, qué es lo que hay detrás. Tanto lo bueno, como lo malo.
1. ¿Qué es un ingreso pasivo?
Ciñéndonos a la definición literal, un ingreso pasivo es un dinero que te llega por no realizar ninguna acción. Es decir, la paga que te daban tus padres, una herencia o un billete que te encuentras tirado en el suelo.
Podemos ser un poco más benévolos y aceptar que pasivo puede ser algo para lo que haces un esfuerzo X durante un tiempo determinado que te proporciona rendimientos económicos más allá de ese esfuerzo inicial.
Porque, como tú comprenderás, nadie gana dinero sin hacer nada. Bien sea por vender infoproductos, cursos, publicidad, afiliación…, cualquier modelo de negocio online requiere de un trabajo previo.
Así que…
2. ¿Cuánto de pasivo es un ingreso?
En el mejor de los casos, podrías ser capaz de construir una solución maravillosa en un tiempo cerrado, ponerla a trabajar e ir recibiendo dinero por ella.
Si hablamos de un curso, ese esfuerzo inicial serían las horas que dedicas a:
- Buscar el tema sobre el que hacer el curso.
- Documentarte.
- Planificar el curso.
- Crearlo.
- Buscar o crear una plataforma online donde ofrecerlo.
- Editar o maquetar el curso.
- Subirlo a la plataforma.
Como ves, el esfuerzo de llegar hasta el final es bastante grande. Pero ahora llega lo bueno: subir un curso a una plataforma o una web, no garantiza que alguien vaya a comprarlo.
Falta el marketing que acompaña a ese curso. Bien sea con posicionamiento orgánico, creando una comunidad, haciendo publicidad… Un trabajo que puede no terminar nunca.
Lo que está claro, es que los primeros cursos que vendas no se pueden considerar pasivos.
3. ¿Cuándo se puede considerar que un ingreso es pasivo?
A nivel personal, yo hago dos cosas para evaluar en qué momento se vuelven pasivos los ingresos de alguno de mis proyectos.
La primera, es medir el tiempo que me cuesta crear el producto, la web o el servicio. Para eso utilizo una aplicación gratuita llamada Toggl (que ahora se hace llamar Toggl track). Es muy sencilla de usar y, como poco, te permite saber el tiempo que inviertes en cada proyecto.
La segunda, es multiplicar ese valor por mi tarifa por hora habitual. Este es un cálculo muy, muy aproximado (porque, como te expliqué aquí, yo defino el precio de mi trabajo de forma variable).
Con esto, por ejemplo, puedo saber que el último curso que hice en la Academia Oficial de Scrivener en Español, me costó unos 1.900€.
Así que los primeros 1.900€ de ingresos, no son pasivos. La pregunta del millón es, a partir de ahí, ¿son realmente pasivos?
4. ¿Cuándo tienes que mantener tus fuentes de ingresos pasivos?
Normalmente, los ingresos pasivos llegan por dos vías: (1) posicionamiento orgánico, SEO, o (2) fuentes de tráfico de pago.
Está claro que, para mantener unas fuentes de tráfico pagado constantes, tienes que desembolsar dinero de forma constante. Pero, además de la inversión económica que hagas, tendrás que monitorizar resultados, hacer ajustes, cambiar parámetros…
Así que, desde el punto de vista de ingresos sin realizar ninguna acción, me temo que los ingresos por vías de pago no serán nunca puramente pasivos.
¿Qué pasa entonces con los ingresos SEO u orgánicos? Si tu copy, tu estrategia, tu contenido y todo lo relacionado con el posicionamiento es bueno, quizá consigas captar gratis clientes, usuarios, anunciantes…
Desde ese punto de vista, restando el coste inicial, sí que podríamos hablar de ingresos pasivos reales.
Sin embargo, el SEO es algo cambiante y puede que tu estrategia de contenidos original necesite ajustes. Suele haber que monitorizar las keywords principales, a la competencia, las nuevas tendencias… Y toda una serie de parámetros que te permitan conocer la salud de tu proyecto.
Lo habitual, es que algo haya que hacer a lo largo del tiempo. Que sea poco o mucho te permitirá saber si son realmente ingresos pasivos o no.
5. ¿Tengo yo ingresos pasivos al 100%?
A día de hoy, puedo afirmar que tengo varios proyectos que trabajan 100% en modo pasivo. Webs que ya están muy asentadas, con contenidos que no pasan de moda o una audiencia muy fiel que entra o necesita entrar con cierta regularidad a lo que ofrezco.
Aunque en casi todos los casos, incluidos estos, realizo ajustes o cambios para intentar mejorar lo que obtengo.
Podríamos decir que, después de varios años metido en esto, recibo una cantidad de dinero bastante decente de forma pasiva. Rondará los 1.000€ mientras escribo estas líneas, pero como te decía en este artículo, esos 1.000€ de ingresos pasivos no se convierten en mil euros de beneficios. Hay que restar costes fijos, impuestos, cuotas… y la cosa ya no es tan espectacular.
Lo que sí te puedo asegurar es que:
6. El coste de los ingresos pasivos
Para llegar a una posición como la que estoy viviendo ahora, con una parte de mi sueldo como esta en dinero pasivo, han tenido que pasar varias cosas.
La primera, es que llevo trabajando en mis proyectos online casi 7 años a jornada completa. Siete años de aprender, de esforzarme y de crear muchos proyectos diferentes. He tardado mucho, sí, pero he adquirido una cantidad de conocimientos bastante respetable. Porque se aprende mucho más haciendo, tropezando y mejorando, que si alguien te lo cuenta.
La segunda se llama suerte. Nadie habla de ella, pero la suerte también juega un papel importante en esto de los negocios online. Ser el primero en algo, estar en el momento adecuado con el proyecto adecuado, lograr el respaldo de alguien grande…
Muchos de los gurús que venden su receta del éxito no incluyen en su mensaje el momento en el que sus casos de éxito triunfaron o si eso podría volver a darse hoy.
La tercera, es la inversión que necesitas para crear estos ingresos pasivos. O bien por el tiempo que vas a tener que invertir para crearlos, o bien por el dinero que necesitas para que otros los creen por ti.
7. Desventajas de los ingresos pasivos
Déjame empezar a hablarte de las desventajas de los ingresos pasivos. Porque los pros, aunque existen y son muchos, son como un arma de doble filo. Parecen maravillosos, la panacea y la solución de tu vida y, cuando ya te has formado esa idea en la cabeza, las desventajas te parecen menores de lo que son.
Y no son algo que puedas saltarte.
7.1. Inversión inicial
Supongo que, leyendo todo lo anterior, ya te habrás dado cuenta del primero y principal problema que tienen los ingresos pasivos: la inversión inicial.
Empezar en este tipo de modelos de negocio cuesta mucho tiempo y el dinero no empieza a llegar de forma instantánea. Quien te diga que puedes dejarlo todo y lanzarte a esto con garantías, es que está loco o te quiere estafar.
Si yo di el salto, fue porque tenía un respaldo económico fuerte y podía permitirme invertir varios años en esto. Pero si el dinero no hubiera llegado, habría tenido que volver a trabajar por cuenta ajena.
Esto nos lleva al segundo punto:
7.2. Incertidumbre
Cuando emprendes, cuando te lanzas a crear algo desde cero, te arriesgas a que no funcione. En este mundillo de crear webs y monetizarlas, hay muchas que funcionan y muchas que no. Si llegas a un punto como el mío, sabes que puedes cerrar varios proyectos ineficientes, porque tienes otros que los compensan.
Y más importante aún: sabes qué proyectos debes cerrar.
En tus comienzos, como en los míos, corres el riesgo de apostar por un caballo perdedor y gastar tu tiempo en algo que no te dará dinero. Conocimientos, seguro, pero dinero no. Yo mismo perdí casi dos de esos siete años en proyectos que no merecían la pena, por culpa de mentores que resultaron ser vendehumos.
7.3. Inseguridad
Por último, los ingresos pasivos puros son muy variables. Yo puedo darte medias de todos ellos y con ellas en la mano podrás pensar que son muy rentables, pero la realidad es que hay meses que entra mucho y meses que no entra nada.
Además, en este tipo de ingresos hay un factor necesaria muy importante que no puedes controlar: los servicios de terceros. El SEO depende de Google, la publicidad depende de AdSense (que viene a ser Google también) o del proveedor que sea y la afiliación depende de Amazon o la plataforma correspondiente.
Si Amazon baja sus comisiones un 50%, tus ingresos bajarán un 50%.
Si AdSense te penaliza o te borra la cuenta, tus ingresos desaparecerán.
Si Google cambia su algoritmo y penaliza tus páginas (como pasó con el cambio de algoritmo de este mayo), tus ingresos por todo lo anterior también bajarán.
Si algo cambia en tu entorno y tus cursos se quedan obsoletos, tendrás que volver a hacerlos.
Por eso nunca recomiendo poner todos los huevos en la misma cesta. Yo tengo repartidos mis proyectos en cuatro grupos que dan más o menos un dinero parecido (afiliación, publicidad, formación y servicios). Así si uno cae, el resto lo compensa.
8. Ventajas de los ingresos pasivos
A pesar de todo, no puedo decir que algo es malo, cuando yo mismo vivo de ello. El riesgo es alto, como has visto, y la apuesta no es nunca segura, pero si consigues encontrar el modelo que te funcione, los ingresos pasivos (sean pasivos de verdad o no) son una forma magnífica de ganarse la vida.
Siguiendo la misma tónica que antes, aquí van tres grandes ventajas de este tipo de monetización. Son los tres pilares por los cuales yo sigo trabajando en esto y no he buscado otra cosa a la que dedicarme.
8.1. Los ingresos son escalables
Cuando un proyecto alcanza el estado de pasivo, significa que puedes liberar el espacio que ocupaba en tu día a día (en tiempo o en dinero) y dárselo a otro proyecto. Así que, poco a poco, tus proyectos van creciendo y con ellos tus ingresos.
Eso sí, esto no quiere decir que puedas hacer proyectos infinitos y escalar tus ingresos hasta los del Tío Gilito. La escalabilidad tiene límite, porque ningún proyecto acabará siendo 100% pasivo. Porque algunos se caerán, otros te absorberán más…
Y, sobre todo, porque en esta vida no todo vale. No se puede crear cualquier basura y ponerla a generar ingresos, ni cualquier ingreso merece el esfuerzo que le dedicas. Una web, un proyecto, como mínimo debería pagarse a sí mismo y los gastos fijos que conlleva.
Pero cuando lo hacen…, es muy satisfactorio para ti y la cuenta de tu banco.
8.2. Trabajas para ti
No dependerás de otros para alcanzar tus objetivos. Sin jefes, sin horarios, sin…
Trabajar para uno mismo es lo mejor que me ha pasado (laboralmente hablando) en la última década. Yo decido dónde enfocar mis esfuerzos y tengo total libertad para disponer de mi tiempo.
Si hoy, martes, no quiero trabajar o no puedo hacerlo porque surge algún imprevisto, no tengo que darle explicaciones a nadie. Nadie me obliga a trabajar a primera hora, a última o por la noche.
En definitiva, tengo una libertad que no tendría de otra forma.
8.3. Trabajas donde quieres
Por último, un trabajo de este tipo te permite estar físicamente donde a ti te apetezca. Puedes convertirte en un nómada digital y trabajar desde los confines del planeta (siempre que haya internet) o puedes trabajar cómodamente desde tu casa.
En mi plan de vida, la libertad de horarios y la libertad de oficina, son esenciales. Necesito poder ir y venir (poco ahora que estamos como estamos) y necesito una flexibilidad horaria total.
9. En resumen
Que nadie os engañe y os haga creer que los ingresos pasivos son fáciles, cuestan poco esfuerzo y te van a llenar la cuenta con tanto dinero que no sabrás qué hacer con él.
¿Se puede vivir de ellos? Sí. ¿Es fácil lograrlo? No.
Vivir de tus ingresos pasivos requiere tiempo, dedicación, conocimientos, mucho trabajo duro y una pizca de suerte. Y, como dice el título de este post, los ingresos 100% pasivos no existen.
¿Por qué NO puedes dejar comentarios?
Te seré sincero: porque no tengo tiempo para contestarlos.
Mi tiempo está dedicado a las personas que me han dado el permiso de escribirles un email todos los días para que sus proyectos digitales (profesionales o personales) lleguen más lejos, a más gente y con mejores resultados.
¿Quieres que hablemos?
Entonces apúntate a ese newsletter que envío cada día y pregúntame lo que quieras en el primer correo que te envíe: